Qatar: la copa mundial del abuso

Publicado por El Sol de México el viernes 28 de octubre de 2022. Texto original: https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/qatar-la-copa-mundial-del-abuso-9104449.html

A días de su inauguración, la Copa Mundial Qatar 2022 se suma a la lista de eventos ensombrecidos por controversias. La elección del país como anfitrión, al igual que Rusia, resultó de un escándalo de lavado de dinero y fraude. El emirato es conocido por su criminalización de la homosexualidad y su tratamiento de las mujeres como inferiores, injusticias que sostiene su monarquía musulmana. A pesar del terrible récord de abuso y violaciones de derechos humanos, el mundo nuevamente permitirá que un régimen problemático acoja un evento emblemático. Como sucedió estas olimpiadas de invierno en China, un país perpetuando un genocidio contra la población Uyghur.

Qatar ha gastado $220 billones de dólares construyendo una ciudad nueva para el evento, con 7 estadios, 100 hoteles, calles, un sistema de metro y un aeropuerto (Forbes 2022). Existe un gran costo de oportunidad de este dinero, un fuerte impacto ambiental por la construcción y una alta probabilidad de que estos estadios acaben como desiertos futbolísticos, abandonados, como pasó en Brasil. Pero el mayor problema es el abuso de los trabajadores inmigrantes.

Durante una década se han empleado 30,000 extranjeros, en su mayoría de Bangladesh, India y Nepal. Múltiples organizaciones internacionales han denunciado graves abusos, condiciones de vida miserables y retrasos e insuficiencias en los pagos, convirtiéndolos en trabajos forzados. Las cifras revelan 6,500 muertes (The Guardian 2022), negadas por el país que, a pesar de introducir reformas laborales en 2018 bajo presión internacional, continua la explotación.

Las protestas planeadas por equipos como Dinamarca, cuyas camisas de color sólido son una declaración contra Qatar, y la promesa de varios capitanes de usar de brazaletes de la bandera arcoíris para apoyar la antidiscriminación LGBTQIA+, no son suficientes. Además de que podrían ser sancionadas por la FIFA que prohíbe la acción política en la cancha, estas acciones no reparan el daño causado a miles de migrantes, ni cambian la realidad sociopolítica. También existe la campaña #PagaFIFA, que exige un fondo de compensación para las familias de los trabajadores fallecidos.

En paralelo a la indemnización, es crucial que la comunidad internacional y las organizaciones deportivas dejen de otorgarle la oportunidad privilegiada de ser anfitrión a gobiernos que van contra valores mundiales de antidiscriminación y violan derechos humanos. Los beneficios económicos que se obtienen de eventos deportivos no deben producirse a costa de vidas humanas y es esencial adoptar una postura contra los regímenes abusivos. Los deportes y la política no existen en planos separados y tenemos que dejar de tratarlos como tal.

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