La imperante cultura de violación

Por: Tania Naanous. Publicado en el Sol de México el 29 de enero del 2021. Enlace https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/la-imperante-cultura-de-violacion-6300318.html

*Este texto puede ser detonante para personas que han vivido violencia sexual

Lo sucedido hace algunos días con la youtuber Nathalia Campos y Rix se viralizó y ha puesto en controversia al país. Las respuestas de algunas personas en torno al tema, entre ellos el programa de televisión matutino Hoy, deja en entredicho la grave situación de cultura de violación que padece el país y su sociedad.

En un vídeo, Nath Campos relata una situación de violencia sexual, patriarcado institucional y sexismo sistematizado cometido por la empresa en la que trabajaba, en la cual es posible desvelar el engranaje de la cultura de violación. La cultura de violación es un término utilizado para describir sociedades que normalizan la violencia sexual, la ignoran o la fomentan con actitudes sexistas. El sistema patriarcal asume que es inevitable que los hombres violen, depositando la tarea de no ser violadas a las mujeres, de forma que, si sucede, se facilita la culpabilización y se exime a los hombres de su responsabilidad.

La cultura de la violación está enfocada principalmente en la normalización de la violencia y la culpabilización de prácticamente todo menos el acto en sí, por lo que, desvía la atención hacia el atuendo de la víctima, la cantidad de alcohol o drogas que haya tomado y el por qué se puso en estado de ebriedad, como si el estar alcoholizada les diera derecho a tocar su cuerpo sin consentimiento explícito.

El problema de la cultura de la violación es que inhabilita la pronta reacción de las víctimas y facilita que el entorno mal aconseje o haga sentir a la sobreviviente como culpable de su violación, como bien lo menciona Nath en su vídeo. La cereza del pastel es que las sobrevivientes se sienten listas para hablar, que agarran todas sus fuerzas para denunciar, sea al mes de sucedido o a los 10 años, tienen que exponerse al escrutinio de la sociedad. Estas mujeres van a tener que recordar su violación una y otra vez, van a ser revictimizadas, cuestionadas y culpabilizadas por la sociedad.

Dentro de la cultura de violación, el estar en estado de ebriedad o inconsciente se vuelve un detonante para que los hombres puedan tomar ventaja y violar a las mujeres en esta situación, para después desviar la culpa hacia las acciones de ellas. Este tipo de violación continúa siendo ampliamente invisibilizada.

La historia de Nath es importante porque crea un efecto dominó en personas que han sufrido violencia sexual y no solo eso, sino que da una mirada a la institucionalidad patriarcal que padecemos. Yo si te creo, Nath. No estás sola.

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