Guardia Nacional

Salazar, Pedro. “Guardia Nacional.” El Financiero, accesado el 09 de enero del 2019. https://bit.ly/2FiKE6G

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

El autor explica que la propuesta de una guardia nacional en México implica la constitucionalización de la militarización del país (Salazar 2019, pa .1). A su vez, Salazar menciona que “se buscaría evitar los controles jurisdiccionales ante la estrategia militar para combatir al crimen y recuperar, según el discurso del gobierno, la seguridad pública” (Salazar 2019, pa. 2). Esto es muy relevante porque reafirma que las acciones de los legisladores pretenden eliminar cualquier obstáculo proveniente del Poder Judicial, anulando la posibilidad de un balance de poderes. Por otra parte, Salazar expone que la interrogante persiste en que si la estrategia militar es o no es compatible con un Estado constitucional (Salazar 2019, pa. 2). La estrategia de la creación de una Guardia Nacional podría afectar las bases constitucionales de nuestro país. Es decir, si fuéramos un país regido por las leyes emanadas de nuestra Constitución, este tipo de escenarios no deberían de existir.

También, el autor establece que la mediación de las fuerzas militares en temas de seguridad debe “ser excepcional, subordinada y complementaria a las labores de las corporaciones civiles y fiscalizadas por órganos también de naturaleza civil debido a que esto es lo que se establece en la teoría constitucional moderna” (Salazar 2019, pa.3). De hecho, esto es lo que pide Ernesto López Portillo y otros grupos para evitar una Guardia militarizada. Lo dijeron muchas veces en las audiencias públicas en Cámara de Diputados antes de que el dictamen fuera aprobado. Si se lleva a cabo la militarización del país, según el autor, se le otorgaría el poder completo a la Guardia Nacional para llevar a cabo funciones policiales y, eventualmente, se les concedería la facultad de ejecutar ordenes judiciales. Es decir, se les autorizarían a los militares las facultades legales para tomar decisiones sin ser cuestionadas. Por otro lado, crear una Guardia Nacional sería ineficaz debido a que llevaría a más inseguridad y empeoraría el desorden de las instituciones gubernamentales que son responsables de la seguridad en nuestro país.

Salazar también explica que la Corte Interamericana sobre Derechos Humanos (así cómo Amnistía Internacional, Human Rights Watch, y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas) ha señalado que enfrentar la violencia a través de las fuerzas armadas provocará que se sigan cometiendo graves violaciones a los derechos humanos ya que éstas están entrenadas para vencer al enemigo y no a la protección y control de civiles (Salazar 2019, pa.4 -5). Es decir, México está suscrito a Tratados que protegen los DD.HH. por encima cualquier ley que se promueva en nuestro Estado. Salazar argumenta que constitucionalizar la Guardia Nacional va en contra del Derecho Internacional, porque esos Tratados están por encima de la Constitución. Por lo tanto, la Guardia no sólo impone acciones legislativas sobre el Poder Judicial, sino que también iría en contra del Derecho Internacional y los Tratados que México ha firmado. El autor finaliza el texto diciendo que con el paso del tiempo las fuerzas militares irán teniendo más “poder, recursos y control territorial, por lo que será difícil que aceptaran a renunciar a ello—como propone la propuesta—dentro de 5 años” (Salazar 2019, pa. 7).

*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace: https://bit.ly/2FiKE6G

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