Prisiones y terrorismo Radicalización y desradicalización en 15 países

Neumann R., Peter. (2017). «Prisons and Terrorism Radicalisation and De-radicalisation in 15 Countries». International Centre for the Study of Radicalisation and Political Violence (ICSR). https://bit.ly/2JX0qlJ

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

Este informe ofrece un análisis amplio del papel que pueden tener las cárceles  en radicalizar o reformar personas; examinando políticas y aproximaciones de 15 países, identificando compensaciones y dilemas, pero también principios y mejores prácticas. Con la intención de que pueda ayudar a los gobiernos y a los responsables políticos a detectar nuevas ideas y evitar errores costosos y contraproducentes.

Las cárceles son importantes, han jugado un papel importante en movimientos radicales y militante en la era de la modernidad. Son «lugares de vulnerabilidad» en los que la radicalización tiene un lugar. Sin embargo, también han servido como incubadoras para un cambio pacífico y de transformación. Gran parte del discurso actual sobre las cárceles y la radicalización es negativo. Pero las cárceles no son solo una amenaza, tienen su parte positiva y un papel en la lucha contra los problemas de radicalización y terrorismo en la sociedad. El informe contiene muchos ejemplos que demuestran cómo las cárceles pueden convertirse en contribuyentes netos a la lucha contra el terrorismo.

Los terroristas no son delincuentes «ordinarios». A menudo usan su tiempo en prisión para movilizar apoyo externo, radicalizar a otros prisioneros y
– cuando se le dé la oportunidad – intentará recrear operaciones de comando.

Asimismo, no existen reglas estrictas sobre si los presos terroristas deben concentrarse juntos y / o separarse del resto de la población de prisioneros. La mayoría de los países que fueron incluidos en la muestra practica una política de dispersión y concentración (parcial), que distribuye a los terroristas entre varias prisiones. Sin embargo, rara vez parece ser una buena idea reunir líderes con seguidores y mezclar ideólogos con partidarios. El enfoque de «seguridad primero» de la mayoría de los países da como resultado la pérdida de oportunidades para promover una reforma. Muchos servicios penitenciarios con sus acciones parecen afirmar que son incompatibles la seguridad y reforma. En muchos casos, sin embargo, las demandas de seguridad y reforma se complementen. Es por ello que, los servicios penitenciarios deberían ser más ambiciosos para promover resultados positivos.

Separación colectiva y desradicalización –> Aprovechar las estructuras de poder de un grupo dentro de la cárcel para convencer de abandonar su red terrorista: 

La sobrepoblación  y la falta de personal amplifican las condiciones para el radicalismo.  Las prisiones mal administradas dificultan la detección de radicalización, también crean un espacio tanto físico como ideológico en el que los reclutadores extremistas pueden operar en libre albedrío y monopolizar el discurso sobre religión y política, es decir, facilitan la operación de extremistas. Es por ello, que los servicios penitenciarios deberían invertir en personal capacitación y considere compartir recursos especializados (para ejemplo, traductores). Peligroso para reos que tengan sentimiento de desarraigo y falta de propósitos. Este sentimiento también se reflejó en la investigación que hizo CIPMEX en prisiones femeniles: falta de propósito, desarraigo, molestia por la impunidad, desesperanza, etc. 

La desconexión colectiva y la desradicalización se predican sobre la existencia de liderazgos fuertes y autoritarios; la existencia de estructuras jerárquicas de mando y control; y, no menos importante, un ambiente propicio en el que el liderazgo percibe que la campaña armada ha flaqueado o se ve se han vuelto menos útiles que otros medios de contención. Donde tales procesos sean posibles, los gobiernos deberían apoyarlos. Esto puede implicar: abrir líneas apropiadas de comunicación; proporcionando la combinación correcta de «carrots y sticks» para mantener el proceso en marcha; y, lo más importante, habilitar la reintegración de los procesos a la sociedad convencional. Cuando las concesiones políticas forman parte del «acuerdo» entre el gobierno y los terroristas, la retirada colectiva y la desradicalización puede formar la base de un pleno derecho de proceso de paz, y requiere las habilidades, recursos necesarios, y paciencia para llevarla a cabo. Este método puede ser utilizado en las cárceles de México para desmantelar la red de crimen organizado o los cárteles. 

Un ejemplo es el caso de la radicalización militante islamista, los imanes de la prisión tienen un papel importante que desempeñar, pero no son un curalotodo. Su independencia y credibilidad deben ser protegidas. No es razonable ni realista esperar que sean consejeros espirituales, funcionarios de asistencia social y expertos en terrorismo, todos al mismo tiempo, junto con la separación colectiva y desradicalización. En varios casos, los líderes (encarcelados) de grupos terroristas han utilizado su influencia para perseguir procesos colectivos de desradicalización y desconexión que han resultado en la retirarse de grupos armados enteros. Sin embargo, tales instancias son raros y las condiciones en las que es probable que ocurran están limitados.

Separación individual y desradicalización –> Programas de re-educación ideológica y/o religiosa combinado con entrenamiento vocacional: 

También existen programas individuales de desradicalización y desconexión que pretenden reducir el número de terroristas activos en una sociedad determinada, ayudando a terroristas individuales a abandonar el terrorismo y aliviando su reintegración en la sociedad. Una de las mayores dificultades radica en medir su éxito, ya que se llevan a cabo en diferentes contextos locales, reglas sobre elegibilidad y pocos datos que son difíciles de juzgar y casi imposible de comparar.

El informe identifica los principales impulsores y principios fundamentales de programas individuales de desconexión y desradicalización, que puede ayudar a los responsables políticos a comprender el fenómeno e identificar elementos para la mejora de sus prácticas, los cuales son:

  1.  Una combinación de diferentes tipos de programación, típicamente combinando reeducación ideológica y / o religiosa con formación profesional.
  2.  Interlocutores creíbles, que pueden relacionarse personalmente  con los presos y atender necesidades psicológicas.
  3. Énfasis en la transición a la sociedad para empezar de nuevo y estableciendo redes lejanas al extremismo (igual que en México, si se regresa a la persona a su comunidad violenta, donde fue reclutado a una red criminal, será fácil que reincida, según datos del INEGI en la CDMX reinciden alrededor de 44.9%)
  4.  Métodos sofisticados para contener a los prisioneros en múltiples compromisos y obligaciones que incluyen a la familia, la comunidad y el estado para elevar el costo social de cometer delitos.
  5. Incentivos materiales.

El enfoque positivo, los programas de desconexión y desradicalización deben ser elogiado y debe servir de inspiración para los formuladores de políticas y autoridades penitenciarias de todo el mundo.

Es muy relevante para CIPMEX porque muestra maneras de lidiar con presos que podrían implementarse a prisiones mexicanas para disminuir influencia de cárteles, facilitar reinserción y evitar incidencia. Podemos ver las prisiones como un escalón positivo en lugar de vulnerabilidad.

 

*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace: https://bit.ly/2JX0qlJ

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