Las raíces francesas del lenguaje de odio

Weitzmann, Marc. 2019. «The Global Language of Hatred Is French.» Foreign Affairs.1 de abril. Último acceso: 7 de mayo de 2019. https://fam.ag/2UmdPx7.

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

Desde el ataque terrorista perpetrado por Brenton Tarrant en Christchurch, Nueva Zelanda, contra decenas de musulmanes las autoridades francesas han investigado qué conexiones pudo tener el asesino con Francia. En 2017 Tarrant visitó varios países y estaba en Francia cuando Marine Le Pen perdió las elecciones presidenciales. Desde su punto de vista, fue en ese momento cuando tuvo una revelación; Occidente está siendo invadido por no-blancos y los políticos no dan soluciones a esa problemática. El artículo argumenta que los terroristas musulmanes suelen respaldarse con textos anónimos y subjetivos, mientras los terroristas occidentales parecen justificar sus actos a través de quejas individualistas, como es común en la tradición intelectual francesa. Por ejemplo, Tarrant hizo un escrito de 74 páginas saturado de referencias a Francia y su cultura. Incluso el título del escrito, El Gran Remplazo,es una frase acuñada por un ensayista francés, Renaud Camus, quien argumenta que “las razas europeas se van a extinguir en un futuro próximo debido a la migración masiva”. Las ideas de Renaud Camus tienen sus raíces en un movimiento postfascista en Francia, consolidado principalmente alrededor del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen en los años 70, en el cual incluso había antiguos Nazis (Weitzmann, 2019, pa. 1-9). Es muy importante entender la ideología o creencias detrás de ataques como el cometido en Nueva Zelanda porque eso también es terrorismo, pero en este caso de extrema derecha o de supremacía blanca, algo que es menos hablado que el terrorismo islámico. Así como hay que entender lo que lleva a jóvenes musulmanes a radicalizarse, hay que entender qué están leyendo o escuchando jóvenes blancos que pueda llevarlos a cometer actos terroristas, para así poder encontrar maneras más efectivas de prevenir el extremismo violento.

Hay que entender mejor este pensamiento con raíces francesas que ha inspirado a asesinos hoy en día. La narrativa de los postfascistas del siglo pasado era que desde 1945 Europa quedó ocupada por dos fuerzas imperiales: EUA y URSS. Dentro de sus teorías de conspiración hay mucho antisemitismo. Después de la Guerra Fría los seguidores de esta teoría, quienes han influido en el pensamiento de figuras de extrema derecha en diferentes países occidentales, comenzaron a ver al Islam como la mayor amenaza a Occidente, principalmente por la migración (Weitzmann, 2019, pa. 14-24). A partir de 9/11 esta ideología se ha enfocado más en la islamofobia que en el antisemitismo. Además, sus seguidores se oponen a lo que perciben como el derribamiento del orden patriarcal y la “feminización de la sociedad” (Weitzmann, 2019, pa. 25-30). Este último punto es importante porque demuestra cómo las ideologías que promueven el odio o prejuicios hacia determinado grupo pueden extenderse en contra de grupos que no son el foco central de su discurso, como lo pueden ser los judíos, las mujeres y comunidad LGBT. Esta es una ideología muy separatista que divide a las sociedades y tiene el potencial de afectar a la paz por su naturaleza no incluyente.

Incluso personajes franceses como Charles de Gaulle tenían visiones muy duras contra los argelinos, diciendo que sus descendientes nunca serían franceses. La extrema derecha en Francia antes atacaba a los migrantes por “árabes”, pero desde la Revolución Iraní comenzaron a hablar contra el “Islam” y un año después de 9/11 Jean-Marie Le Pen quedó en segundo lugar en las elecciones presidenciales. Hay muchos autores y ensayistas franceses, desde hace décadas, alrededor de este movimiento y son admirados por figuras públicas como Steve Bannon.

Lo que pasó es que estas ideas y narrativa en Francia quedaron algo ocultas durante la Guerra Fría, pero desde los años 90 han resurgido y están siendo exportadas a todos los países occidentales, se están globalizando. Es muy importante entender esta ideología y su dinámica de odio si se quiere combatir(Weitzmann, 2019, pa. 31-41). Aquí es importante resaltar que el punto de este artículo, más allá de explicar las raíces o lógica de esta ideología, era de demostrar el carácter global que ha adquirido y lo peligroso que puede ser cuando es llevada a un extremo en otros países occidentales, como lo es Nueva Zelanda, un país que incluso se encuentra muy lejos de Europa. Tiene el potencial de ser un disruptor de paz. CIPMEX cuenta ya con una annotation[1], también de Foreign Affairs, que introduce un nuevo término, “civilzacionismo”, para explicar la ideología detrás de gran parte de la extrema derecha europea, ya que el término “nacionalista” aplicado a lo que ocurre hoy en día no es suficiente porque estas ideologías cruzan fronteras. Es recomendado checar esa annotation para ahondar más en el tema de la ideología de extrema derecha en Europa. Además, este tema es importante no solamente por poder contribuir a futuros ataques terroristas de extrema derecha, sino que es una ideología que ya tiene voz política en todo Occidente, incluso con Donald Trump, Brexit, etc. La extrema derecha ha aumentado su posición en muchos países y es posible que este tipo de narrativa continúe en procesos electorales muy importantes para la estabilidad política de muchas partes del mundo. El proceso electoral más próximo donde podría tener efecto son las elecciones al Parlamento Europeo.

*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace: https://fam.ag/2UmdPx7

 

[1]Brubaker, Rogers. 2017. “The New Language of European Populism.” Foreign Affairs.6 de diciembre. Último acceso: 25 de febrero de 2019. https://fam.ag/2ytYpb4.

 

 

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