No nos queda nada más que unas uñas color neón

Por: Stefany Rocha. Publicado en El Sol de México el 18 de septiembre del 2020.

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Hoy Claudia se despertó, le llegó un mensaje, su amiga Ingrid desafortunadamente no despertó porque cayó en las manos mortales de la violencia. Claudia fue a trabajar y lo único que pudo decir a una clienta regular fue: “¿te puedo hacer unas uñas neón, unas uñas felices? Hoy pasó algo muy fuerte y quiero hacer un diseño alegre”. Con un fuerte abrazo, de esos que te contienen el corazón, Claudia le dijo a su clienta con lágrimas en los ojos: “mi amiga ya no está y la quiero honrar porque no me queda nada más, no puedo hacer más. Esta pandemia ha cobrado tantas vidas y no solo por temas de salud”.

Hoy la violencia contra la mujer en México ha crecido a niveles preocupantes, un reporte de Forbes (2020) indica que hasta el mes de junio del presente año se han reportado 489 feminicidios equivalentes a 3 metrobuses llenos de cuerpos, víctimas de la violencia sólo por el hecho de ser mujer. Y, eso no es lo que nos pone la piel de gallina, sino que sólo 48 de esos casos serán resueltos. Todos los demás 441 asesinos seguirán impunes, caminando en las calles como infractores anónimos, que se saltaron la ley, la dignidad y la vida de una mujer. Una hija, una hermana y una amiga.

Hoy, según Animal Político (2020) ya no tenemos presupuesto para atender la Alerta de Género en el Estado de México, Nuevo León, Puebla, Jalisco, Nayarit y Zacatecas. El gobierno le quitó los recursos al 100% a muchos de los estados más peligrosos para ser mujer en México. Dejando así, expuesta a más de la mitad de su población a la inseguridad y la posibilidad de poder no despertar un día.

Hoy la situación se agrava mucho más por el confinamiento. Según la ONU, la violencia doméstica ha crecido 60% sólo durante esta pandemia en México, misma cifra que se atañe sólo a los casos denunciados sin contar todos los que permanecen en silencio por miedo (Forbes, 2020). Si le preguntas a tu mamá, hermana y tu amiga al menos dos te dirán que han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida por ser mujeres. Han vivido ese alivio paradójico que se siente al entrar a tu casa, dejar tus llaves y pensar “hoy llegué, bien. Hoy sí llegué viva”.

Hoy ser mujer en México duele, da miedo y da coraje. Así como Claudia, está Silvia, Ester, Valeria y muchas más. Un día, con un mensaje el mundo se les cayó a pedazos, y como a Claudia, no les quedó más que apoyarse en otras mujeres para poder hacerle justicia a su amiga con unas uñas alegres, felices, vivas. A diferencia de esa mujer, que ya no está.

Hoy nos faltan muchas. Hoy las pensamos. Hoy las recordamos con nuestras uñas color neón.

@stefanyrdl

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