Huelga de sexo por la paz

Por Tania Naanous. Publicado en El Sol de México el 25 de septiembre de 2020. https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/huelga-de-sexo-por-la-paz-5804500.html

En el marco del Día Internacional de la Paz, me gustaría concentrarme en la construcción de paz con perspectiva de género. La paz, es más que la ausencia de violencia, la paz involucra una complejidad de factores que permiten que todas las personas se sientan y vivan en situaciones de seguridad. Pero, la falta de justicia continúa poniendo en jaque la paz y, principalmente, la de las mujeres. ¿Qué piden los grupos feministas? Justicia. Piden a gritos ser escuchadas y consideradas. Con los lentes de género se ve otra justicia y, para esto, quisiera contarles una de mis historias favoritas de las mujeres como catalizadoras de paz.

En 1999, Liberia comenzaba a vivir su segundo conflicto armado con el presidente que tomó el mando en la primera guerra civil, Charles Taylor. Durante la guerra, soldados de ambos frentes saquearon, quemaron pueblos, violaron mujeres y reclutaron a niños soldados para luchar.

Como consecuencia, Leymah Gbowee (Premio Nobel de la Paz en 2011) comenzó a unir a las mujeres para manifestarse contra lo que estaba sucediendo. Gbowee reunió varios centenares de mujeres cristianas y musulmanas para exigirle paz a Taylor. Al ver que la situación del país empeoraba, la guerra continuaba y ellas seguían siendo ignoradas, las mujeres decidieron tomar una medida más drástica y realizar una huelga de sexo. En otras palabras, se negaron a tener relaciones sexuales con su pareja hasta que fueran escuchadas. Leyma afirmó algunos años después: “Los hombres en nuestra sociedad, no estaban tomando una postura […] Decidimos hacer una huelga de sexo para, de algún modo, impulsar a estos hombres silenciosos a participar”.

Gracias a esto, las conversaciones de paz comenzaron a caminar y Taylor aceptó asistir a los acuerdos de paz que se llevarían a cabo en Ghana. Sin embargo, las negociaciones no estaban siendo productivas y las mujeres tuvieron que interceder de nuevo. Fueron a las puertas del edificio donde tenían lugar las negociaciones, y no permitieron que las personas salieran hasta que se lograra un acuerdo. Cuando llegaron guardias a arrestar a las mujeres, éstas amenazaron con quitarse la ropa, (gesto penado por la religión y que avergüenza a los hombres) e impidieron que los agentes de seguridad pudieran levantar a las mujeres. Tres semanas más tarde, Taylor renunció a la presidencia de Liberia y se anunciaron los términos de los acuerdos de paz.

Esta poderosa historia no solo demuestra la importancia de las mujeres como catalizadoras de la paz, demuestra los métodos poco convencionales que tienen que utilizar las mujeres para ser escuchadas, consideradas y para lograr siquiera, un poco de justicia y, por ende, un poco de paz.

@tania02nan


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