Publicado por El Sol de México el miércoles 21 de septiembre de 2022. Texto original: https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/16-anos-de-violencia-8918881.html
Durante la noche del 9 de septiembre, el Senado aprobó la reforma que entrega el control de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Transcurren los días y el poder legislativo sigue esta tendencia: este martes, la Cámara de Diputados aprueba ampliar el período de participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta el 2028.
Con estas decisiones se está prolongando y fortaleciendo una estrategia de seguridad fallida, que además de ser inconstitucional, incumple las obligaciones internacionales de México en materia de derechos humanos. Esto se ha reflejado en las advertencias que distintos organismos internacionales han hecho desde hace 30 años buscando informar acerca de los peligros de militarizar la seguridad del país.
Estos peligros han sido el flagelo de nuestra nación al dañar a la población de formas irreparables. Las Fuerzas Armadas son responsables de una larga lista de delitos, entre ellos, homicidios, violaciones, desapariciones forzadas, tratos crueles e inhumanos, y detenciones arbitrarias. A pesar de esto, la GN sigue. Y sigue fortaleciéndose, prolongándose. ¿Para qué? Sin duda, no es para alcanzar un país más seguro.
Amnistía Internacional, con organizaciones de la sociedad civil, han documentado que México es un país mucho más inseguro que hace 16 años: los homicidios se han incrementado 218%, entre 2006 y 2022, y más del 97% de las más de 105,000 desapariciones ocurrieron a partir de diciembre de 2006.
Edith Olivares reporta en su artículo “la militarización no es la solución” que desde 2014, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha recibido al menos 6,661 quejas por violaciones a derechos humanos cometidas por la Sedena, la Secretaría de la Marina (Semar) y la GN.
Entre 2019 y 2021 la Sedena acumuló 25 quejas por privación de la vida y la GN, 11. En 2021, la Sedena, la GN y la Semar ocuparon respectivamente el primer, segundo y tercer lugar de quejas por desaparición forzada. Entre 2019 y 2021 la Sedena acumuló más de 140 quejas por tratos crueles e inhumanos y la GN, 114. En 2021, estos 3 organismos fueron las instituciones contra las que se presentaron más quejas por detenciones arbitrarias.
Estas cifras representan vidas perdidas, personas desaparecidas, familias buscando a sus seres queridos y personas privadas de su libertad sin un proceso justo.
La militarización representa impunidad, complacencia estatal, violencias brutales, falta de contrapesos entre poderes e insistencia en un modelo de seguridad que es ineficaz y pone a la población mexicana en riesgo.