Protestar

Por Andrea Muhech. Publicado en Cultura Colectiva el 8 de junio del 2020. Enlace original: https://bit.ly/2BMM3lG

Cientos de personas alrededor del mundo se han unido a las protestas anti-racismo que desataron inicialmente en Estados Unidos el asesinato de George Floyd (puedes leer más sobre el tema aquí https://bit.ly/2MuaWos).

Individuos en prácticamente todos los continentes desafiaron las restricciones del coronavirus y salieron a las calles a marchar. Otros, se manifestaron en redes sociales, y te puedo apostar lo que quieras a que si eres usuario de cualquiera de estas te diste cuenta ya que en México se unieron miles de personas.

Globalmente, el uso de los hashtags se volvió un tema controversial ya que un número importante de activistas declaró que estos entorpecían su lucha al enterrar mensajes importantes en un mar de cuadros negros. Aunado a eso y como podemos ver siempre en las protestas, un sinnúmero de personas defendiendo otras causas distorsionaron en algunos casos el significado del movimiento. En lo personal, me tocó ver hasta mensajes anti aborto en las diferentes plataformas con el hashtag y leyenda de “unborn babies lives matter”.

Para no meterme en otros temas, me llamó mucho la atención lo que pasó ya que la gente se dividió entre: 1) los que protestaron en contra del racismo que vive la raza negra por convicción propia (BLM, el movimiento en cuestión), 2) los que protestaron en contra del racismo en todas sus formas y en todo el mundo por convicción propia, 3) los que protestaron en contra del racismo dentro de nuestro país por convicción propia, 4) los que protestaron en contra de uno o varios de los fenómenos anteriores para no quedarse atrás o se aprovecharon de la tendencia para buscar seguidores, 5) los que, como en el ejemplo que proporcioné anteriormente, introdujeron causas externas al movimiento, 6) los que se metieron a corregir al que, en su percepción, estaba haciendo las cosas mal y, 7) los que no hicieron nada o por que no supieron o porque no quisieron por la razón que sea.

Sí, mucha gente se dividió. Se dividió hasta un punto en el que parecía que la protesta no era en contra del racismo sino de los sabios en contra de los ignorantes, de los que estaban bien en contra de los que estaban mal, de los rectos en contra los de doble moral.

Una característica de las redes sociales es que todos podemos decir lo que pensamos y así como esto es muy positivo, muchas veces crea un campo de batalla. Y ojo, nadie dijo que el debate era malo y es todo lo contrario, sin embargo, existe una manera sana e inteligente de hacerlo que 1) no nos divida aún más, 2) respete al otro, y 3) respete a los movimientos sociales. Black Lives Matter (BLM) es un movimiento en defensa de las vidas de la población negra. No una guerra entre los que tienen derecho a protestar y los que no.

La protesta de la semana pasada venía en varias formas, entre ellas, un cuadro negro con un hashtag y hago énfasis en esa ya que es la que despertó mi reflexión en torno al tema y la batalla que menciono. Los que pusieron el cuadro: unos juzgando a los que no se unieron y otros siendo atacados. Que por que no tienen información, que porque son doble moral, que porque no apoyan a otras causas… Los que no lo pusieron: unos juzgando a los que sí por las razones anteriores y otros siendo atacados porque “no apoyan”.

Siempre he pensado que el que más te puede enseñar es ese que piensa de manera distinta a la tuya y es por eso que cuando las batallas de información y datos te hacen aprender son tan valiosas. En este caso, a muchos les sirvió para entrar en la reflexión de que el racismo es un fenómeno global y para voltear a ver el racismo en su propio país y darse cuenta de que este tiene muchas formas y que no es nada más blanco contra negro o al revés. Sin embargo, muchos otros olvidaron la causa de las protestas y del despertar que generan por la necesidad de imponer su opinión sobre los demás y ganar la batalla.

Sí, evidentemente muchos individuos (como en todas las protestas y más en línea) se unen sin el conocimiento sobre el movimiento. Sí, son momentos que ponen en evidencia la doble moral de cientos. Sí, puede llegar a darte coraje o sí, puedes llegar a sentirte ofendido o incluso dudar si vas a protestar o no o si borrar tus publicaciones por la lluvia de juicios. Sin embargo, esto no se trataba de ti, esto se trataba y se trata de la defensa de las vidas de la población negra. El foco era, es y siempre debe de ser la causa simpatices o no con ella, no tú.

Las protestas emergen en los momentos de crisis y hay un sinnúmero de causas diferentes. Todas y cada una de ellas son valiosas, son importantes y no son excluyentes .

Démosle a la gente de nuestro alrededor la libertad que merece de manifestarse o no hacerlo.

Finalmente, a la hora de las protestas, recordemos que no todo es sobre nosotros, démosle el valor a cada causa y no nos dividamos por cosas que deberían de unirnos en contra de lo que está mal en la sociedad o a favor de lo que consideramos justo.

Si queremos que sean cada vez menos las razones por las cuales protestar y si no queremos llegar a la próxima década teniendo que recordarle al mundo los derechos humanos fundamentales, es momento de dejar de convertir cada una de las protestas en un campo de batalla que nos divide.

Twitter: @andreamuhechg

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