Weapons of Mass Destruction: Nuclear Terrorism and Nuclear Proliferation

E.Martin,Benjamin.2016. “Weapons of Mass Destruction: Nuclear Terrorism and Nuclear Proliferation”, International Centre for Political Violence and Terrorism Research.2016 https://bit.ly/33r0szJ

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre los textos arriba referido*

E.Martin comienza el texto diciendo que el NPT—Tratado de Proliferación Nuclear por sus siglas en inglés—   tiene como principal objetivo prohibir a los Estados que no poseen armas nucleares la adquisición de las mismas. Por otro lado menciona, que dicho tratado, busca que las potencias nucleares eliminen progresivamente este tipo de armas (E.Martin 2016,17). El autor afirma que para poder alcanzar ambos objetivos es necesario identificar las lagunas que existen tanto en el (NPT) como en las políticas y tratados que no abordan temas importantes como la proliferación nuclear de los Estados no nucleares, los actores no estatales y las organizaciones terroristas.

Una de las principales críticas que hace Martin al NPT es la poca adaptabilidad del tratado a un nuevo contexto. Él asegura que el acuerdo es ambiguo y poco instructivo. Una de las principales críticas es que se centra únicamente en dos objetivos; el fortalecimiento de la confianza entre los Estados y la eliminación de toda producción de armas nucleares (E.Martin 2016,17). Martin argumenta que históricamente se ha mostrado que la construcción de confianza a través de la diplomacia no es suficiente para la eliminación de este tipo de armas. Martin pone el ejemplo de Rusia y EEUU —quienes aparentemente han logrado alcanzar cierto grado de unanimidad en cuanto al uso y producción de armas nucleares— pero debido a los dilemas de seguridad y las condiciones geopolíticas actuales no pretenden deshacerse de este tipo de armas (E.Martin 2016,17).Resulta importante mencionar que en la Guerra Fría existía un efecto de disuasión producto del MAD (Massive Assured Destruction) que brindaba a ambos países cierto grado de certidumbre de que ninguna de las potencias  iniciaría una guerra nuclear. Hoy en día con la aparición de diferentes actores tanto estatales como no estatales resulta indispensable repensar la producción y el manejo de las armas nucleares y los deshechos que estas generan, esto ante la posibilidad de que uno de estos actores decidiera utilizar este tipo de tecnología para alcanzar sus objetivos.

El autor menciona que otro de los riesgos que se deben tomar en cuenta, en este nuevo contexto, son las capacidades nucleares que países como Corea del Norte o Irán han desarollado. Esto debido a que dada la naturaleza de estos regímenes no se puede descartar la posibilidad de que materiales nucleares o incluso un arma caiga en manos de grupos terroristas (E.Martin 2016,17). Valdría la pena visibilizar que el presente artículo proviene de un enfoque occidental donde la narrativa tiene un sesgo y hay un discurso de securitización frente a los países que aquí se mencionan, sin embargo cualquier país que poseea componentes nucleares podría ser víctima de robo de este tipo de materiales.

Mientras que las potencias nucleares han disminuido sus reservas y han eliminado los residuos nucleares, Corea del Norte sigue refinando uranio y plutonio. Desde 2006 la planta de uranio de Pyongsan ha generado buenas cantidades de este elemento, Martin afirma, que esto se conoce debido a los residuos de material acumulado en el lago de la planta de Pyongsan. De acuerdo a la última imagen capturada en 2016 los residuos del lago se habían triplicado, lo que apunta a que Corea del Norte parece estar extrayendo más uranio para satisfacer las crecientes necesidades de combustible o de armas. Benjamin asegura que es difícil determinar si la producción de estos materiales tiene alguna finalidad bélica (E.Martin 2016,18).

El autor  lamenta que la comunidad internacional ya no tenga un impacto restrictivo en las ambiciones nucleares de Corea del Norte a partir de que este se saliera del NPT en 2008. Parte del problema —menciona el autor— surge debido a que mientras las potencias nucleares se abstienen de producir nuevas armas nucleares para preevenir que actores no gubernamentales o terroristas puedan adquirirlas, Corea del Norte podría considerar vender combustible nuclear o tecnología de este tipo (E.Martin 2016,18).

La Revisión de la Postura Nuclear de EEUU en 2010 sostiene que es preocupante la seguridad de los sitios donde se producen y se almacen las armas nucleares esto se debe —según Benjamin— a que existen importantes riesgos de seguridad para las reservas de armas debido a que son susceptibles a robos por parte de organizaciones terroristas (E.Martin 2016,18). En annotations previas (ver la annotation de Van der Meer para el Clingendael Institute) hemos hablado de las medidas de seguridad que deben existir para evitar una amenaza nuclear. Sin duda este texto aporta ideas interesantes que podemos retomar para evitar que las reservas nucleares puedan terminar en manos de organizaciones terroristas.

Martin asegura que en los últimos años el terrorismo nuclear y la proliferación nuclear por parte de actores no estatales ha sido un motivo de preocupación para la comunidad internacional, esto a partir de que ISIS ha mencionado ya en varias ocasiones que se encuentra en condiciones de obtener una bomba nuclear, además ha señalado a Pakistán como un posible vendedor (E.Martin 2016,18). Desde luego es importante mencionar que,  si un grupo terrorista adquiere un arma nuclear, es mucho más probable que la utilice en comparación con otro actor estatal. Esto se debe a que no es un juego de suma cero. En este sentido un Estado conformado tiene mucho más que perder ante una represalia — de igual magnitud—que un grupo terrorista. Un actor no estatal resulta más difícil de combatir debido que usualmente sus miembros se encuentras dispersos y ocultos en más de un Estado.

Para evitar el terrorismo nuclear, Benjamin retoma la revisión de la postura nuclear de EEUU donde se mencionan tres recomendaciones 1) revertir la ambición nuclear de Corea del Norte e Irán de convertirse en amenazas nucleares, 2) asegurar todos los materiales nucleares vulnerables en todo el mundo y 3) la prevención del terrorismo nuclear y la proliferación nuclear por parte de Estados no nucleares (E.Martin 2016,19).

En Julio del 2015—según Benjamin—parte de la iniciativa , para revertir la ambición nuclear de ambos países, se logró a través del acuerdo nuclear con Irán y con la implementación del plan de acción intergal conjunta. Esto según los expertos fue un paso monumental para asegurar que este país usara la energía nuclear únicamente con fines pacíficos. Martin sostiene que dicho acuerdo se ha mantenido debido a que Irán ha sufrido las consecuencias económicas por años de sanciones por lo que hasta este punto le conviene servir respetando el acuerdo  (E.Martin 2016,19). Aquí valdría la pena ahora analizar este artículo bajo la óptica de Trump y su interés por dar por finalizados ambos esfuerzos.

A pesar de la necesidad económica que enfrenta Corea del Norte, es poco probable que el gobierno de Kim Jong Un suspenda su programa nuclear. De acuerdo a Martin la historia narra que entre 1995 y 2008 EEUU proporcionó a Corea del Norte más de $1.3 mil millones de dolares en asistencia, sin embargo, tuvo que cortar la ayuda en 2011 después de que Corea del Norte condujera su segundo ensayo nuclear. De acuerdo al autor la situación se tornó aún más complicada cuando en 2016 Pyongyang aseguró que había logrado desarrollar con éxito una bomba de hidrógeno (E.Martin 2016,19). Sin duda los motivos por los cuales Corea del Norte sigue acrecentando su arsenal nuclear están completamente ligados con la vulnerabilidad que proyectaría si no los tuviera, por lo que podríamos decir que su poder nuclear es un elemento vital para la supervivencia.

La segunda recomendación que se contempla en la revisión de la postura nuclear de EEUU, de acuerdo a Benjamin, también fracasó. Debido a que no pudieron asegurar todos los materiales nucleares vulnerables. E.Martin afirma que más de 40 países tienen reservas de uranio y plutonio, por lo que muchas de estas locaciones siguen representando un riesgo a la seguridad global particularmente menciona dos países Pakistán e Iráq (E.Martin 2016,19).

De acuerdo al artículo, el robo más reciente, documentado,  ocurrió en Irak, cerca de Basora, en noviembre de 2015 cuando10 gramos de iridio-192, un material radioactivo alojado en un contenedor blindado desapareció y permanece en paradero desconocido (Rasheed[1], Mohammed and Kalin 2016). Dicha cantidad menciona el autor es apenas suficiente para crear una bomba sucia, sin embargo, este robo demuestra que el riesgo es inminente(E.Martin 2016,19).

La tercera disposición está dirigida a prevenir el terrorismo nuclear y la proliferación nuclear por parte de los países no nucleares, dicha inciativa asegura Benjamin, se complementa con medidas para el control de armas como las establecidas en el nuevo Acuerdo Estratégico para la Reducción de Armas. Benjamin señala que adicional a estas medidas debe replantearse la cuestión de los ensayos nucleares ya que el acuerdo omitió la prohibición de los ensayos nucleares bajo tierra lo cual permite que Corea del Norte continue realizando este tipo de ensayos(E.Martin 2016,20).

E.Martin concluye el texto diciendo que a pesar de las iniciativas y los consensos a los que se ha llegado a nivel internacional es necesario evitar el terrorismo nuclear, sin embargo también añade que es importante eliminar la producción de armas de destrucción masiva como son; las armas químicas, armas biológicas y desde luego radiológicas y nucleares (CBRN). Benjamin asegura que el terrorismo nuclear continuará existiendo, especialmente porque todavía hay debilidades físicas y logísticas con respecto a las existencias y almacenamiento de armas nucleares, sin embargo, también menciona que la posibilidad de que un actor no estatal—como ISIS— pueda adquirir una arma de destrucción masiva o un CBRN seguirá representando un riesgo(E.Martin 2016,20). El artículo nos arroja información sumamente importante que nos permite cuestionarnos los motivos realistas de muchos actores, sin embargo considero que el artículo tiene un importante sesgo occidental donde se señala únicamente a los enemigos de EEUU como posibles responsables.

*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace:https://bit.ly/33r0szJ



[1] Rasheed, Ahmed, Aref Mohammed, and Stephen Kalin. «Radioactive material stolen in Iraq raises security fears.» Reuters. February 17, 2016 (accessed February 17, 2016)

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