COVID-19 y la Construcción de Paz

Errington-Barnes, Luke. 2020. Covid-19 and virtual inclusion: Who decides how the pandemic affects peacebuilding?”. Life and Peace Institute, 25 de mayo de 2020. https://bit.ly/2zRGt0R

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

La pandemia del COVID-19 ha traído un nuevo reto para la disciplina de la construcción de paz. El artículo nos habla de los retos, discusiones y oportunidades emergentes ante esta crisis sanitaria, buscando abrir una conversación entre los actores involucrados (Estados, organizaciones, donadores y equipos de trabajo) para poder abordar esta nueva transición y llegar a un resultado fructífero para todas las partes que son que forman esta dinámica (Errington-Barnes 2020, pa 1-2).

El autor sostiene que es inminente que la dinámica de la construcción de paz se ha visto modificada debido a la propagación de la enfermedad. Esta rama de estudio se encuentra actualmente en una transición en la que aquellos que tienen acceso a las plataformas digitales tienen una voz que puede ser escuchada. Exponiendo ejemplos del flujo de información selectivo como:  webinars, foros digitales para la discusión, investigación en internet, capacitaciones a distancia y demás que forman parte de la nueva evolución de la propia disciplina en medio de la pandemia. Con esta evidencia el autor nos dice que, todos aquellos actores que se encuentran realizando trabajo de campo o los sitios que son los territorios prácticos de la disciplina quedan en un escalón de desventaja (Errington-Barnes 2020, pa. 7).

Es relevante rescatar que justamente la falta de comunicación e información con todas las partes genera un problema de eficiencia y sostenibilidad de las estructuras de paz. En otras palabras, si no se tienen todas las posturas involucradas dentro de un mismo foro, el resultado está sesgado y puede tender a no perdurar como solución.

Por otra parte, CIPMEX se ha podido anexar a estas modificaciones al tener talleres, páticas y capacitacioenes a distancia. Incorporando también proyectos de investigación que agregan y aportan una visión a la construcción de paz, adaptándose para sacar el mayor provecho en este periodo de pandemia.

De esta manera, según el texto se puede decir que, las decisiones y las discusiones están siendo lideradas sólo por una cúpula de poder que no puede, hasta el momento, incluir las voces de aquellos que viven la construcción de paz a en el día a día. En otras palabras, el autor nos dice que actualmente esta rama de la investigación tiene el reto de encontrar la manera de ser incluyente y no dejar de lado a ninguno de los actores. Así pues, se hace evidente que la conversación está teniendo una parte carente que es importante anexar para que las conclusiones sean objetivas y funcionales (Errington-Barnes 2020, pa. 8-14).

            El autor no lo estipula per se, sin embargo los grupos a los cuales hace referencia son los responsables de la contrucción de paz desde la raíz, y son los que aportan enormemente para que los proyectos que se buscan implementar tengan una base sólida en la sociedad y pueda escalar paulatinamente; es decir son los encargados de los grassroot movements.

El artículo, al abrir este punto de disyunción, hace una serie de sugerencias para que los foros de construcción de paz se vuelvan mucho más inclusivos ante los actores de acción local. Dichas sugerencias incluyes: (1) proveer un flujo real de información, permitiendo el acceso a internet o datos móviles para gestionar su anexión a la plataforma, (2) incursionar en la interacción menos formal para poder llegar a información mucho más personal de los encuestados e involucrados y (3) tomar esta oportunidad para reinventar y cuestionar la disciplina para recrear procesos que parecían predeterminados (Errington-Barnes 2020, pa. 17-20).

Creo que así es muy importante incorporar estas recomendaciones en los proyectos que se tienen en México. Fijar un camino que pueda ser mucho más eficiente para nuestro país, ya que, a pesar de que se les proporcione a las comunidades datos móviles o internet puede ser insuficiente a comparación de lo que se necesita para que sus voces sean escuchadas. Además, agregar que este tipo de segregación puede estar pasando incluso sin la influencia del COVID-19, debido a la exposición a la violencia y la inseguridad.

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