Posicionamiento del Senado sobre el Acuerdo de Tercer País Seguro.

LXIV Senado de la República. 2019. “Posicionamiento del Senado sobre el Acuerdo de Tercer País Seguro”. Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques. https://bit.ly/2Zud5UY

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

La cuestión migratoria ha sido un tema recurrente entre México y Estados Unidos (EUA) a lo largo de la historia. Sin embargo, con la llegada de Trump al poder, el endurecimiento de la política migratoria ha incrementado de manera significativa, generando tensión política entre ambos países. El documento analizado en esta annotation expone las razones por las cuales el Senado de la República que conforman la LXIV Legislatura, ha tomado una posición de completo rechazo a la propuesta del gobierno de EUA de que México suscribiera un acuerdo de “Tercer País Seguro” (TPS)[1]. Los tres ejes para justificar esta posición son los siguientes:

  1. No hay condiciones para que el acuerdo pueda llevarse a cabo con éxito. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), los países que entren dentro de la categoría de TPS deben “contar con las capacidades para llevar a cabo los procesos de acogida y la protección necesaria para cada individuo” (Senado, 2019, p. 7). En este sentido, el gobierno de EUA ha categorizado a México como un país “inseguro” al emitir una serie de advertencias de seguridad para los turistas por temas de criminalidad, pero aun así considera que podemos garantizar la protección de personas en situaciones de mayor vulnerabilidad (Senado, 2019, p.7). Donald Trump ha demostrado tener un discurso contradictorio, de odio y de rechazo hacia la población migrante proveniente de México y Centroamérica. El mensaje discordante establecido por el documento demuestra que el presidente estadounidense no tiene ningún interés en garantizar la protección de los mismos. Esto lleva a que ciertos sectores de la población estadounidense relacionen a los migrantes como amenaza a su forma de vida y seguridad, fomentando la exclusión. Esto le puede servir a CIPMEX para observar cómo la disrupción de paz, puede provenir hasta de un simple discurso.
  2. México ya ha mostrado su disposición para colaborar con el gobierno de EUA en materia migratoria. Esto se puede ver a través de distintas acciones como la creación del programa “Quédate en México[2]”, (cuyo objetivo consiste en incrementar el bienestar de la región y aliviar la saturación de los centros de reclusión para migrantes en EUA) (Senado, 2019, p.12); la realización de operativos de inteligencia para lograr la detención de traficantes de personas y delincuentes con cooperación de la Policía Federal (Senado, 2019, p.15), el Centro Nacional de Inteligencia y la Fiscalía General de la República; los encuentros entre instituciones mexicanas y las embajadas de El Salvador, Guatemala y Honduras (Senado, 2019, p.16). Históricamente, México ha demostrado ser un país inclusivo con la recepción de migrantes. Se han creado instituciones especializadas en su protección como la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), y su compromiso con el tema ha sido evidente. Sin embargo, a pesar de tener una política migratoria inclusiva, también existe el rechazo y una percepción negativa y discriminatoria hacia el migrante (especialmente centroamericano).
  3. La migración es un reto que debe abordarse desde la responsabilidad conjunta y el enfoque regional. (Senado, 2019, p.5) En los últimos años, ha habido varios cambios en la normatividad de los procesos migratorios y de asilo de EUA, los cuales han mostrado ser violatorios de la legislación estadounidense y señalados por organismos de defensa de derechos humanos y la población migrante (Senado, 2019, p.15).

Por último, el documento expone opiniones de instancias expertas en el tema. Éstas han establecido que incluso si las condiciones en México fueran buenas, se cuestiona que el TPS sea una estrategia efectiva para detener las llegadas de migrantes a la frontera de EUA, lo que “repercutiría en que incremente la complejidad y sofisticación de las redes ilícitas para evadir la detección de migrantes en ruta, expandiendo así el mercado para los traficantes e incrementando los peligros para los migrantes y solicitantes de asilo” (Senado, 2019, p.8). El tema de la migración es extremadamente complejo ya que, al ser seres completamente vulnerables, pueden caer en redes ilegales y violentas o en entornos de injusticia. Es por esto que los programas que se decidan adoptar tienen que buscar la inclusión y garantizar su total protección y orientación.

Este texto ayuda a entender los problemas de la migración a los que se enfrentan México y EUA desde la raíz, el tipo de políticas migratorias que están siendo adoptadas por ambos y sus puntos de divergencia. Permite contextualizar al lector con la posición actual de ambos Estados frente a una cuestión común y plantea la necesidad de atender el problema de manera conjunta para lograr dar paz a estos individuos.

Como establece el Senado, esta decisión refleja la convicción de que hay mejores maneras para atender los retos que trae consigo la migración en la región, el cual no puede ser resuelto mediante la creación de barreras físicas o institucionales que limiten la migración legal y ordenada (Senado, 2019, p.18). Es decir, se debe de construir desde el consenso.

 

[1] Aquel país “donde la persona solicitante de asilo será protegida de la devolución a un país donde su vida o libertad corra peligro y podrá solicitar y disfrutar del asilo de acuerdo con los estándares internacionales” (ACNUR, 2001)

[2] Plan que consiste en que los solicitantes de asilo que llegan a EUA por la Frontera Sur pueden ser devueltos a México para esperar la resolución de su caso en las cortes estadounidenses.

 

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