Morir es un alivio. 33 exnarcos explican por qué fracasa la guerra contra la droga.

Reyes García, Karina. 2020. “Morir es un alivio: 33 exnarcos explican por qué fracasa la guerra contra la droga”. El País, 10 de enero del 2020. https://bit.ly/3ayWKVQ 

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

A través de una serie de entrevistas, el artículo consiste en un análisis acerca de las verdaderas causas de la entrada de 33 hombres al crimen organizado, lo cual trata de dar una idea general de las razones por las cuales muchos, deciden llegar a este tipo de acciones. Como establece la autora, se trata de estudiar la violencia del narcotráfico a través del análisis de historias de vida (Reyes, 2020, pa.5).

Dentro de las entrevistas se abordaron temas como la niñez y adolescencia, el alcoholismo, las drogas y papel en el narco. Esta metodología permite entender la perspectiva de los mismos perpetradores, la cual, según el artículoa sido ignorada por investigadores, funcionarios públicos y políticos a lo largo de los años (Reyes, 2020, pa.6). El análisis de la narración de sus vidas muestra las posibles causas de su entrada en el narco y explica la lógica con la que entienden el mundo. Esto es muy importante para CIPMEX ya que ayuda a entender el problema de raíz y buscar soluciones de construcción de paz de raíz; punto clave para comprender las razones de fondo, comenzar a aplicar políticas públicas adecuadas. Además, demuestra que se puede establecer diálogo con todo tipo de personas, por más diferentes que seamos, lo que podría ayudar a generar sociedades más inclusivas.  

 

Las principales causas encontradas, son las siguientes:

  1. Marginación: los mismos entrevistados se autodefinen como personas “desechables” dentro de la industria ilegal (Reyes, 2020, pa.10). Esto es importante ya que se vincula directamente con el discurso del gobierno, el cual constantemente discrimina creando un “ellos” y “nosotros”. Es decir, los participantes reproducen el discurso binario del Gobierno. Se autodefinen como “ellos”, los marginados de la sociedad. Según la autora, este sentimiento de marginación, contribuye a que valoren poco sus vidas y que la muerte, en cambio, sea vista como un alivio (Reyes García, pa.11). No se consideran “nosotros”, parte de la sociedad civil. Este es un tema clave a considerar en el diseño de políticas públicas, en donde el principal objetivo, debería ser evitar que los niños o jóvenes puedan crecer sin sentirse de esta manera. La marginalización o exclusión en la mayoría de los casos resulta como acto violento. De hecho, uno de los diez pasos diagnosticados por Stanton para que haya un posible genocidio, es la “clasificación”, la cual consiste en distinguir a personas dentro de una misma sociedad por un “nosotros” y un “ellos”. “Morir es un alivio” me recuerda, no igual, pero similar, a los atacantes suicidas para quienes morir es un honor. Del alivio al honor, obviamente, hay un amplísimo trecho. En donde las cosas se igualan, sin embargo, es en el tema de desear la muerte pues eso lo cambia todo. La muerte es vista no como algo malo, sino como algo deseable. El segundo elemento está justo en lo comentado por Maite, la categorización. El sentirse desechables como un “otro”, genera etiquetas y por tanto, la construcción de paz tendría que pasar por la redignificación humana, algo que, entiendo cuesta trabajo imaginar, pero no por ello es menos necesario.
  2. La idea de pobreza: en las entrevistas, el discurso de los participantes se centró en la pobreza. Al nacer y vivir en estas condiciones, los individuos creen que están solos y, por lo tanto, para sobrevivir, tienen que volverse violentos. Además, asumen que los niños y jóvenes inevitablemente serán drogadictos y pandilleros (Reyes, 2020, pa.18). Por ende, una de las pocas formas de disfrutar la vida es consumiendo productos de lujo, que únicamente pueden conseguirse a través del “dinero fácil”. Es decir, a través del narcotráfico (Reyes, 2020, 21). Esto es importante ya que uno de los pilares de la paz, descritos por el GEP, es la distribución equitativa de los recursos. Si esto no está presente, menor la posibilidad de construir y vivir en paz.
  3. Idea del machismo: durante las entrevistas también resaltó la idea que se tiene de los roles de género. Es decir, donde “un hombre de verdad tiene que ser agresivo, violento y mujeriego y la violencia física es esencial para sobrevivir” (Reyes, 2020, 23). Además, esta idea de masculinidad no solo justifica, sino que incentivan la violencia. CIPMEX ya ha hecho annotations acerca de la violencia de género y el machismo[1] en países como México y alrededor del mundo. Asimismo, CIPMEX también investigó este tema en la investigación de La Cana.
  4. Rencor: éste fue un tema recurrente por parte de los participantes en contra de sus padres. 28 de los 33 entrevistados admitieron que en algún punto de sus vidas tuvieron fantasías de matar a sus papás, por el sufrimiento que les generaron a sus madres. La violencia doméstica y de género son las primeras experiencias de vida de estos participantes (Reyes, 2020, 28).

En resumen, según el artículo las causas principales del crimen y violencia en México son la pobreza, la marginación y las masculinidades tóxicas que comienzan a afectar desde la niñez. Este es un punto que se debe de reconsiderar ya que, a través de un estudio cualitativo de 33 entrevistas, obtenemos una hipótesis de las causas de violencia y crimen del país. No obstante, no podemos llegar a conclusiones generales. Para esto, se tendría que entrevistar a muchas personas más de distintos entornos y diferentes tipos de crímenes. Las experiencias de vida diaria de las personas, son lo que genera este tipo de conductas. Todo esto como parte de un tipo de violencia invisible, que tendemos a olvidar: la violencia estructural del Estado. CIPMEX ha hecho una labor exitosa en resaltar la violencia estructural que es prácticamente invisible, pero cuyo efecto es incluso más grande que la violencia directa. Se encuentra en la parte de abajo del Ice-berg de Galtung. Para poder atacar los problemas de manera efectiva al largo plazo, es importante mitigar la violencia estructural y comenzar a hacerla visible.

Finalmente, la autora propone que la forma de combatir esta guerra es atacando el problema de manera local, enfocándose en las necesidades específicas de cada barrio y eliminando las políticas públicas diseñadas de forma masiva (Reyes, 2020, pa.30). Es decir, se deben de entender y aprender de las experiencias personales para lograr atacar el problema desde sus matices. Ver este tipo de resultados y analizar este tipo de artículos es importante para CIPMEX dado que nuestros trabajos de investigación se basan en la misma metodología: investigación cualitativa a través de entrevistas. Asimismo, es evidente que este tipo de investigación puede servir como herramienta para crear políticas públicas adecuadas y resolver los problemas de raíz, para llevarnos a un país y un mundo menos violento. Los estudios que hemos publicado llegan a conclusiones similares, aunque por otras causas.

[1] Working Group. 2015. “Report of the Working Group on the issue of discrimination against women in law and in practice”. United Nations Human Rights Council, 2 de abril del 2015. https://bit.ly/2GuenIN

*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace: https://bit.ly/3ayWKVQ 

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