Los intocables de Mark Zuckerberg

García, M. 2020. “Los intocables de Mark Zuckerberg”. El País.  https://bit.ly/2EZQRpB

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

El artículo comienza explicando que a través de los años, Facebook pasó de ser una red social de amigos a “un arma cargada en manos de 2,700 millones de personas y hogares”, una plataforma en la cual se filtra la desinformación de distintos temas, tales como racismo, teorías conspirativas, discurso de odio, entre otros. (García, 2020, 1) Hoy en día, los medios de comunicación y las redes sociales son una de las formas más efectivas para difundir ideas, y aunque puede ser algo positivo en muchos casos, también puede llegar a tener consecuencias sumamente negativas, por ejemplo, la difusión de ideas extremistas y discursos de odio que atentan contra la paz. Además, puede ayudar a la organización de estos grupos.

El autor menciona que a pesar los daños que pueda causar, Mark Zuckerberg resulta inmune a cualquier geografía física. Ya se han implementado sanciones a su plataforma, como la que la Comisión Federal del Comercio de Estados Unidos impuso, con una multa de 5,000 millones de dólares por el escándalo de Cambridge Analytica, pero la situación no ha mejorado. Aunque en los últimos años se ha visto un crecimiento menor que en el 2012, el aumento de los ingresos de la plataforma han superado lo previsto por los analistas (se esperaba un 3% anual y subió un 11%). Actualmente Facebook tiene un ingreso de 18,700 millones de dólares al año y 1,790 millones de usuarios activos al día. (García, 2020, 2) 

“Zuckerberg se ha convertido en un emperador del conocimiento. Un cambio mínimo en su algoritmo decide cómo cambia el viento de la información”. (García, 2020, 3) La plataforma tiene una importancia muy grande cuando se habla del acceso a la información, ya que cada vez son más las personas que la utilizan para informarse sobre noticias y lo que pasa en el mundo. Es interesante porque para muchos individuos es una forma más accesible de obtener información, pero al mismo tiempo es una herramienta para la difusión de desinformación. Es interesante este punto porque el libre acceso a la información es uno de los pilares de la paz, pero si se maneja sin regulaciones ni consecuencias, se puede volver un destructor de paz, como se ha visto con la difusión de ideas que incitan al odio y a la violencia. 

El texto explica que el congreso de Estados Unidos está llevando a cabo una investigación sobre la posible violación de las leyes antimonopolio de varias empresas, incluyendo a Facebook. El fundador de la red social se ha defendido explicando que sí existe competencia en el mercado, ya que hay muchas otras empresas que venden publicidad y conectan gente. Hoy en día se cree que tiene control del 22% del mercado de la publicidad digital a nivel global. (García, 2020, 3) Es importante el tema de los monopolios ya que al no permitir la competencia en el mercado, no se puede mantener un ambiente empresarial sólido, uno de los pilares de la paz positiva. 

En los meses de junio y julio de este año, la plataforma sufrió el mayor bloqueo de su historia, en el cual varias empresas como Disney, Unilever y Coca Cola dejaron de anunciarse como forma de protesta en contra de los mensajes de odio que se han visto en la misma. Esto parece algo muy grave, pero Facebook solamente vio pérdidas de entre el 1% y el 5% de sus ingresos. (García, 2020, 4) El poco impacto que llegaron a tener empresas tan grandes como lo son las que se sumaron a la protesta demuestra la magnitud y el poder que tiene Facebook.

A pesar de que parece una exageración, en muchos contextos, Facebook tiene mayor influencia en el público que los políticos, aún después de la implementación de una nueva política de contenidos. Un ejemplo donde se muestra claramente esto es en las elecciones de 2016, cuando se divulgó información falsa sobre la entonces candidata Hillary Clinton. El texto deja clara la importancia de as redes sociales en la política, mencionando que es imposible tener una carrera exitosa en el ámbito sin una estrategia seria en la red social. (García, 2020, 6) Hoy en día, las redes sociales son una herramienta fundamental para la política, en la cual es posible llegar cada vez a más individuos, y de forma más rápida. Sin esta presencia sería prácticamente imposible tener una carrera política exitosa. 

El artículo menciona una propuesta que lleva un tiempo sin consolidarse, esta es la división de la compañía (Facebook, Instagram y WhatsApp), como consecuencia del fracaso de la autorregulación, pero tomando en cuenta el contexto actual, con la administración del momento y el desplome de la economía, es prácticamente imposible hacerlo. “Sería difícil dividir la red pues las diferentes aplicaciones están vinculadas tecnológicamente de una manera integral y además esta partición seguramente empeoraría la situación de los consumidores”. (García, 2020, 7) Es interesante ver que es una empresa conocida por actuar fuera de lo moralmente correcto, pero que al mismo tiempo tiene una cantidad extremadamente grande de consumidores. Aunque dividir la compañía puede mejorarla situación de monopolio en la que se encuentra actualmente, se cree que los consumidores tendrían una respuesta negativa ya que es mucho más sencillo para estos cuando exista una relación fuerte y un funcionamiento integral. 

Como critíca Renee Murphy, analista de Forrester Research, “Facebook es una amenaza a la seguridad nacional con cero capacidad para darse cuenta de que se trata de una empresa estadounidense que hace negocios en todo el mundo y no una camarilla global que tiene el mismo régimen regulatorio que la ONU o el Banco Mundial. Es decir, ninguno” (García, 2020, 8) La redes sociales han tenido un crecimiento enorme en muy poco tiempo, por lo que no hay precedentes para lidiar con estos temas de forma legal. Al ser un espacio digital fuera de las fronteras de algún país, todavía no se sabe cómo tratar a estas empresas cuando actúan fuera de sus capacidades legales. 

El artículo termina planteando la idea de que quizá la respuesta está en legislar desde la privacidad y considerar que la gestión de los datos privados es un derecho humano y no un activo comerciable. (García, 2020, 8)

*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace: https://bit.ly/2EZQRpB

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