¿Y tú qué México quieres?

Por: Luisa Castillo Gavito en El Sol de México el VIERNES 18 DE JUNIO DE 2021. Texto original: https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/y-tu-que-mexico-quieres-6858021.html

Después de las elecciones del pasado 6 de junio, en las redes sociales se generaron memes acerca de la situación actual de la CDMX. En menos de una hora se difundió una foto que me alarmó: la figura de la capital dividida, donde se marcaban dos lados, uno liberal y otro comunista.

Realmente es triste ver cómo nosotros mismos seguimos dividiendo a nuestra sociedad, al igual que el presidente Andrés Manuel cuando habla de “fifis” y “pueblo”, como si no fuéramos todxs mexicanxs. Él tiene la obligación de representar a todxs los que conformamos esta nación. Sin embargo, ha fallado en su mandato, apoyando únicamente a quienes simpatizan con él, dejando resentimiento y polarización en México.

Las consecuencias de la polarización son graves. La Anti-Defamation League cuenta con un instrumento gráfico llamado la Pirámide del Odio, en el cual clasifica los distintos niveles de discursos y comportamiento de odio de menor a mayor. En el nivel inferior podemos encontrar las actitudes prejuiciosas, seguido de los actos prejuiciosos, después discriminación, posteriormente violencia y, por último, en la punta, genocidio. Dichos discursos se construyen de un pensamiento en particular que se cree que es universal, lo que provoca que seamos excluyentes con aquel que no piensa igual que nosotros, ya que la presencia del otro se vuelve incómoda y amenazadora. A su vez esto, hace que podamos justificar la discriminación y la violencia de manera más fácil, ya que nos sentimos desconectados del prójimo.

Para poder combatir eso, es necesario generar un conocimiento propio reflexivo para reconocer que los pensamientos se construyen socialmente. Por tanto, la paz no consiste en eliminar las diferencias, sino aceptar que existen; encontrar y apreciar la riqueza en la diversidad de pensamiento. Además de reconocer que nuestro bienestar y el de nuestros semejantes son interdependientes, por lo que, es imposible alcanzar la paz propia sin considerar y promover la del otro.

México ha demostrado más de una vez que es un país solidario, trabajador y rico en diversidad en todos los sentidos. Somos un país que tiene mucho para dar, pero es necesario que comencemos primero en dejar de clasificarnos como “chairos”, “ninis”, “fifis” y solo ser MEXICANXS.

Al final, quedé realmente esperanzada ya que la foto que me alarmó fue modificada, y dejó ver al México que conozco. Nosotros transformamos el discurso y comenzamos a publicar una CDMX abrazada a pesar de sus diferencias. He ahí la clave para construir el México que todos queremos: rico en oportunidades y recursos, con educación y paz, donde nos respetemos los unos a los otros y por supuesto donde todas cabemos.

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