Publicado por El Sol de México el viernes 12 de enero de 2024. Haz click para leer el texto original.
“Nunca más” fue la frase que se creó después del Holocausto como una forma de aferrarse a la idea de un mundo en paz. Este jueves, Sudáfrica demostró ser la personificación de esta idea en los pasillos de la Corte Internacional de Justicia al defender a Palestina de Israel acusándole de incumplir sus obligaciones en el marco de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio
Al momento de escribir este artículo, hay muchas interrogantes por responder, ¿cuál será la defensa de Israel? ¿La Corte ordenará medidas provisionales? ¿Cuáles? ¿Se podrá probar un genocidio? Debido a que estas respuestas solo las tendremos en medida en que este caso avance, decidí enfocarme en lo único que hoy es certero: cual sea la decisión de la Corte, se ha presenciado un momento único.
Como lo dijo la abogada representante de Sudáfrica, Blinne Ní Ghrálaigh, “la historia siempre recordará con admiración al pueblo de Sudáfrica por este noble y heroico acto”. Sudáfrica, siendo un pueblo que sufrió décadas de apartheid y que conoce de primera mano lo que es ser víctimas de un Estado opresor, fue la nación que tuvo la valentía de hacer lo que muchos no han podido o han temido hacer.
Sudáfrica fue el Estado que tuvo el coraje de defender lo que “nunca más” representa y levantar la voz por los 247 palestinos que, en promedio, están siendo asesinados diariamente (de los cuales, 117 son infantes); por las 629 personas que, aproximadamente, serán heridas; por los 10 niños palestinos que tendrán una pierna amputada, muchos sin la piedad de la anestesia; por los 3900 hogares que, según las cifras actuales, serán destruidos o dañados diariamente; por los socorristas médicos que desentierran familias con sus propias manos y pierden la vida mientas buscan ayudar (Ní Ghrálaigh, 2024).
Sudáfrica pide a la Corte que esto se detenga, por lo cual, le solicita que ordene medias provisionales para proteger al pueblo palestino de sufrir más daños. Como lo ha explicado Nimer Sultany, “no ordenar las medidas cautelares representaría un alejamiento radical de la extensa línea de jurisprudencia”.
Es claro que el pueblo palestino necesita protección, por lo que se espera que la CIJ tome esto en consideración para determinar las medidas provisionales. El mundo está observando y, como lo mencionó Ní Ghrálaigh, “el prestigio del derecho internacional pende de un hilo”.
Es así que en los pasillos de la Corte se generó incertidumbre y expectativas pero también se presenció un ejemplo de valor, firmeza y determinación por parte de Sudáfrica, quien nos demostró lo que realmente significa rechazar la neutralidad en momentos en que la humanidad está siendo víctima de sufrimientos indecibles.