La empatía y el autocuidado

Publicado por El Sol de México el viernes 21 de octubre de 2022.  Texto original: https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/la-empatia-y-el-autocuidado-9068576.html

Platicando con mis compañeras de CIPMEX un día, alguien mencionó: “Claro que me afecta tratar con temas tan difíciles, pero me afectaría más saber que pasan estas cosas y no estoy haciendo nada al respecto”. Para quienes aún no nos conocen, en CIPMEX hacemos investigaciones sobre las distintas circunstancias de violencia en el país.

Nuestras investigaciones arrojan información sistematizada sobre contextos locales y sus vínculos con la violencia estructural y otros factores. Sin embargo, éstas no revelan el impacto emocional e incluso físico que conlleva trabajar en temas de esta índole. Como mencionó mi compañera, como constructoras de paz en constante proceso de formación, decidimos consciente y voluntariamente adentrarnos en estos temas porque creemos que al final son más grandes que nosotras y que moldean el mundo y la sociedad en la que vivimos, a pesar de lo difícil que puedan ser. Sin embargo, en el marco del día de la salud mental, quise sumar a la conversación una reflexión sobre el autocuidado para personas que tratan directa o indirectamente con víctimas de distintos tipos de violencia.

En una sesión de autocuidado impartida por una psicóloga experta en el tema, aprendí que todas las personas contamos con unas neuronas conocidas como “neuronas espejo”. Dichas neuronas nos sirven para consolidar las bases de la socialización porque nos ayudan a empatizar los unos con los otros. Si bien son probablemente una característica importante para la supervivencia de nuestra especie, cuando trabajamos con víctimas de cualquier tipo de violencia, son éstas neuronas las que nos hacen empatizar con la persona y vivir indirectamente su experiencia. Un exceso de empatía puede generar cambios físicos y psicológicos en nosotros, como ansiedad, estrés, insomnio, debilitación en el sistema inmunológico, y más.

Considero fundamental tener en cuenta lo anterior porque muchas veces nos olvidamos de nosotras al momento de abogar por una causa. Por esto y más, el autocuidado es tan importante. Mentiría si prosigo a exponer la fórmula para el autocuidado ideal, pero sí puedo compartir algunas acciones que, a mí personalmente, me han ayudado a pesar de seguir siendo una aprendiz en el tema: tener un liberador de estrés (un hobby o deporte), pedir ayuda a una persona experta (de ser posible), cuidar el horario de sueño, apoyarse de una red de apoyo, entre otras.

La salud mental sigue siendo un tema de mucho estigma, pero creo que para quienes trabajamos con temas difíciles, es importante aceptar cuando no estamos bien, practicar el pedir ayuda, saber poner límites y evitar caer en ese “complejo de héroe” que termina siendo contraproducente para todas las partes.

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