Imagina

Publicado por El Sol de México el viernes 27 de octubre de 2023. Haz click para leer el texto original. 

Imagina llegar a tu trabajo un día y que te digan que a partir de ahora ya no eres bienvenidx por tu género, que a partir de ahora debes permanecer la mayor parte del tiempo lejos de espacios públicos; imagina no poder estudiar, no poder usar la ropa que quieres, ni tomar decisiones. Imagina no poder salir de tu casa libremente, ni ver a tus amigxs y solo sentir cómo tu mundo se hace cada vez más pequeño, hasta que un día deja de existir.

En Afganistán, ser mujer te puede costar la vida; según datos de la ONU, más del 90% de las muertes resultantes de los terremotos que acontecieron la semana pasada son mujeres y niñxs. Esto es debido a las restricciones que se les ha impuesto bajo el control de los Talibanes, las cuales les confinan a permanecer dentro de sus casas y en espacios cerrados.

La opresión y abusos que enfrentan las mujeres y niñas en Afganistán han ido incrementando, particularmente desde que los Talibanes retomaron el poder en el 2021 (ONU Mujeres). La ideología de este grupo las limita en todos los aspectos; no se les permite estudiar más allá del sexto grado, ni participar en espacios públicos, y no pueden ejercer trabajos que habían estado realizando hasta hace poco.

Esta situación nos puede parecer muy lejana, pero es un ejemplo de lo rápido que pueden revertirse los derechos que damos por sentado. En un abrir y cerrar de ojos, miles de mujeres fueron despojadas de los espacios que ocupaban y como consecuencia de esto, muchas de ellas perdieron la vida en un desastre natural.

¿Por qué debería importarnos esto? Más allá de sentir empatía por estas personas, debemos entender que la violencia de género no conoce fronteras, ni religiones. Es estructural y existe en alguna medida en todo el mundo, este es simplemente un ejemplo de lo extremo que puede llegar a ser.

En cualquier contexto desfavorable, las mujeres y niñas tienden a ser el grupo más vulnerable. En Sudán, se reportan cientos de abusos sexuales desde que explotó el conflicto; en Israel, hace unas semanas circulaba en redes el cuerpo inconsciente y desnudado de una mujer tras los ataques de Hamas con miembros del grupo celebrando encima de ella; en Siria, la violencia de género sigue siendo prominente en la guerra (FT, 2023) y como estos ejemplos existen muchos más.

Como sociedad, esto nos concierne a todxs y debemos seguir luchando para que la violencia de género no sea asumida como un daño colateral ante la adversidad, ni debemos aceptar que los derechos puedan ser arrebatados en el nombre de la religión o la cultura.

Así como hoy son ellas, mañana puedo ser yo, puedes ser tú, podemos ser todxs.

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