¿Cuál quieres primero, la mala o la buena?

Por Andrea Muhech. Publicado en Cultura Colectiva el 30 de marzo del 2020. Enlace original: https://bit.ly/2S5lhKx

Normalmente escribo de temas internacionales completamente ajenos a mis últimos textos. Cuando hay una coyuntura importante, simplemente la analizo y a la semana siguiente cambio de noticia. Hoy en día, el mundo nos la está jugando diferente y eso causa agotamiento emocional y mental. Hay días que no sé qué escribir, ya que el tema es el mismo y todo lo que analizo normalmente se conecta con él. Hoy, después varias horas de sueño y unas respiraciones profundas, decidí ponerme unos lentes a través de los cuales pueda ver la realidad desde otro ángulo y decidí salir a la superficie a llenar mis pulmones de aire. 

Es muy común que te pregunten a modo de broma cuál es la noticia que prefieres escuchar primero, probablemente hasta tú lo hayas preguntado. Sin embargo, las decisiones tanto de qué noticia se da primero como de la elección para la respuesta tienen toda una teoría detrás. 

De acuerdo con Legg (2013), la elección depende de si eres el que recibe o da las malas noticias y de si la información se utilizará para modificar comportamientos. El autor nos dice que de acuerdo a varios experimentos, el 75% prefiere las malas noticias primero a la hora de recibir y entre el 65% y el 70% prefiere comenzar con las buenas a la hora de dar. Esto hace sentido y es que por un lado, nadie disfruta dar malas noticias y por el otro, una mala seguida de una buena puede dar un levantón de ánimo. 

Entrando en materia, desde un enfoque de sándwich; podemos poner las malas noticias en medio y hacer al que reciba la información feliz, pero ahí se disminuye lo malo y se puede crear confusión. Paralelamente, si pones lo bueno en medio y parece que no existe, es más difícil que el sándwich se ingiera. Ahora bien, ¿qué pasa cuando no hay buenas noticias? Según Legg (2013), muchos eligen no dar la mala cuando es obvia y basándose en que una conversación repleta de negro muchas veces hasta bloquea. Otros, deciden sí dar las malas a secas y agrumentan que así cuando llega una buena inesperada, esta tiene más valor.  Si se tiene un fin, la manera de dar las noticias se vuelve estratégica y no hay ni correcto ni incorrecto a la hora de hacerlo.

A mi modo de ver las cosas, siempre hay una buena noticia. Como estoy segura de eso, hoy decidí darme un respiro, tomar oxígeno, y también dártelo a ti que me estás leyendo (por cierto, gracias por eso y espero que estés bien en donde quiera que estés).  

Muchos de chicos jugábamos a ver quién aguantaba más abajo del agua, esto, siempre se hacía después tomar aire fresco de la superficie y llenar los pulmones. Yo no espero darte un sándwich como Lagg (2013), sino que quiero pedirte que juguemos y que subas e inhales profundamente antes de volver a bajar. Ahí te van algunas noticias que encontré y te pueden servir:

Varios hoteles alrededor del mundo están ofreciendo habitaciones gratis a doctores y gente que lo necesita. En Reino Unido les están prestando espacio a los vagabundos para que se puedan aislar de manera humana y segura. La revista Naturepublicó el 25 de marzo que en el Hemisferio sur se está recuperando lentamente la capa de ozono como respuesta al Protocolo de Montreal​ (adoptado hace más de 30 años). La gente está adoptando más mascotas que nunca para tener compañía. En un hospital en Israel, se extrajo, limpió y reemplazó el pulmón de hombre sin necesidad de trasplante. Compañía china envía cajas de máscaras a Italia cubiertas de poesía italiana que dice “somos hojas del mismo árbol». Cientos de personas y empresas están donando material a los hospitales. Ahora puedes recorrer 2,500 museos de fama mundial desde tu casa. Un cliente de un restaurante en Ohio dejó una propina de $2,500 dólares para el personal del restaurante. Decenas de universidades tienen cursos gratis en línea con certificado…  

Si tienes a alguien cerca de ti que te dice que no hay nada positivo o tú mismo lo crees, trata de ir un poco más allá de las primeras planas. Trata de ver cosas sencillas, cosas del día a día, cosas como la abundancia que hay a nuestro alrededor y se materializa en las plantas o en el hecho de que hoy haya amanecido y lo puedas ver. Si los pensamientos positivos se van fácil de tu mente, mira la realidad objetiva y date cuenta de que no es idealista pensar en que esto va a terminar. Cuando sientas que te vuelves loco, demuestra tu poder. Todavía hay mucho oxígeno para inhalar y tenemos mucho de dónde agarrarnos, sube, toma aire. 

Paradójicamente, se necesitan las malas noticias para poner realmente buenas noticias en el mapa y no valoramos lo bueno hasta que no está. Tomemos la oportunidad y mientras tanto, juguemos a aguantar la respiración pero con una regla más, podemos subir a tomar aire siempre que necesitemos. Aquí pierde el que deje de tomarlo.

Gracias a la persona que me recordó que tomar aire es importante. Parece tonto pero ya lo había olvidado.

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