La ¿amenaza? nuclear

Publicado por El Sol de México el viernes 4 de noviembre de 2022.  Texto original: https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/la-amenaza-nuclear-9139120.html

Desde que inició la invasión rusa a Ucrania, no han faltado los artículos y comentarios alarmistas en torno a una posible “Tercera Guerra Mundial” y la retórica apocalíptica del posible uso de armas nucleares ha permeado el discurso. No es la primera vez que vemos esto, siempre que hay algún conflicto internacional importante, este miedo vuelve a la superficie y la guerra en Ucrania es el que más nos ha acercado en los últimos años. Un ataque nuclear es algo que podría suceder, sin embargo, la historia nos ofrece otra perspectiva.

Si bien el uso de armas nucleares ha sido una amenaza desde su aparición en la Segunda Guerra Mundial, el mismo sistema internacional se encargó de balancear el riesgo. Las potencias mundiales desarrollaron estas armas como medida precautoria, y esto nos llevó a la doctrina militar que guió al mundo durante la Guerra Fría: MAD, por sus siglas en inglés y que se traduce a “Destrucción Mutuamente Asegurada”. Es un concepto muy simple: si una de las partes ataca, la otra responde con la misma o mayor intensidad y el mundo desaparece.

Entonces, ¿por qué seguimos escuchando esto constantemente? Nunca se asume (en Occidente) que algún Estado democrático pudiese utilizar la bomba nuclear primero, siempre se cree que otro lo haría y la OTAN tendría que responder consistentemente. Esto no es casualidad ya que, por un lado, claramente existe influencia mediática, sin embargo, hay otros factores que nutren esta línea de pensamiento.

En el caso particular de Rusia, hay diversos puntos que generan temor, pero no es el único Estado que ha causado alarma nuclear en el mundo. Un ejemplo es Corea del Norte, que en su momento se creyó podría utilizar estas armas. Estos países no son iguales, ni representan la misma amenaza, no obstante, algo que tienen en común es líderes con poder absoluto en sus gobiernos y una percepción extremadamente antagónica del mundo, una combinación peligrosa.

Lo que esto provoca en la psique colectiva es que el país deja de verse como ente y se le personifica, este cambio en percepción exacerba el miedo y la desconfianza, ya que un Estado tal vez no lanzaría un ataque nuclear, pero una persona con ciertas características podría hacerlo (Severo, 2018). Es entendible que la población global le tema a esta posibilidad, sin embargo, es prudente recordar que ningún líder en el mundo desea una guerra nuclear, ni siquiera Putin a pesar de las aparentes amenazas que hace. Si algo nos enseñó la Guerra Fría es que las armas nucleares son un arma estratégica de defensa, existen para evitar ataques, no para iniciarlos. En una guerra nuclear no hay ganadores y todos los líderes del mundo lo saben.

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