Ero, Confort, and Richard Atwood. «Sudan and the New Age of Conflict How Regional Power Politics Are Fueling Deadly Wars.» Foreign Affairs, May 26, 2023. https://shorturl.at/BsgZt
*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*. Elaborada por Francisco del Río.
El texto habla sobre el conflicto que tiene lugar en Sudán en donde desde Abril del 2023 y la fecha en que se escribió el artículo (26 de mayo del 2023) al menos 700 000 personas habían sido forzadas a huir de sus hogares, cientos habían sido asesinadas y miles heridas. Dicho conflicto enfrenta a las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) lideradas por Abdel Fattah al Burhan y el grupo paramilitar Fuerzas de Soporte Rápido (RSF) encabezado por Mohamed Hamdan Dagalo, mejor conocido como Hemedti. Ambas fuerzas parecían encaminarse hacia una larga y sangrienta batalla. El conflicto en Sudán se enmarca dentro de una ola de nuevos conflictos mundiales y comparte con ellos tres elementos característicos desarrollados por el texto. El primero de estos es que surgió de esfuerzos por alejarse de gobiernos autoritarios, en este caso el de Omar al Bashir quien salió del poder en 2019. El segundo elemento ha sido el sufrimiento desproporcional de civiles y, por último, la naturaleza cambiante del involucramiento de actores extranjeros (Foreign Affairs, 2023).
Si bien el texto menciona la razón principal del origen del conflicto (fallida transición democrática tras la caída de al-Bashir), sería interesante profundizar sobre la manera en la que los dos grupos formaron su enemistad, el desarrollo del conflicto entre ellos, y en definitiva como se llegó a la situación caótica en Sudán que nos describe el artículo.
Según el Uppsala Conflict Data Program el número de guerras decreció durante los años 90, percibiéndose así un futuro más pacífico con respecto a la época de la Guerra Fría. La década de optimismo sobre la democracia liberal y el capitalismo que siguió al colapso de la Unión Soviética coincidió con el activismo de la ONU lo que contribuyó al descenso global de conflictos. Sin embargo, desde el 2010 el número de conflictos en el mundo ha vuelto a crecer. Según los últimos datos de Uppsala, los conflictos contemporáneos están matando a más de 3 veces más personas por año alrededor del mundo que lo que provocaban las guerras hace 2 décadas (Foreign Affairs, 2023, p 4).
Estas luchas responden a un patrón recurrente: la población espera un cambio, los líderes en el poder buscan preservar sus privilegios y las nuevas facciones armadas persiguen igualmente mayor influencia. En el caso de Sudán, Hemedti es un jefe militar de Darfur quien ayudó a Bashir en su guerra genocida contra rebeldes en la región en 2003. En 2013 Bashir renombró varias milicias bajo el mando de Hemedti con el nombre de Fuerzas de Soporte Rápido (RSF). Por otro lado, Burhan es un militar de carrera quien participó con Hemedti en las campañas de Darfur y que ha obstruido la transición democrática de Sudán. Las RSF y las SAF (lideradas por Burhan) desplazaron a Bashir del poder y posteriormente se enfrentaron entre ellas. La transición en Sudán fracasó ya que ni Burhan ni Hemedti tuvieron la voluntad de disminuir su poder ni arriesgarse a perder influencia en el control de los recursos del país (Foreign Affairs, 2023, p 5).
Por otro lado, en cuanto al sufrimiento de civiles el texto apunta que ha habido agresiones deliberadas a civiles de manera reiterada. El combate urbano en Sudán no tiene precedentes, millones han sido victimas de los fuegos cruzados y atrapados en sus casas con problemas para acceder a bienes básicos. Hemedti ha rechazado dejar las armas, lo que demuestra que le preocupa más mantener el poder y privilegios que las muertes civiles (Foreign Affairs, 2023, p 6).
Al mismo tiempo, hoy en día más potencias extranjeras, particularmente no-occidentales, han buscado influencia en arenas políticas inestables como la de Sudán. Tanto Hemedti como Burhan tienen lazos con países del Golfo (Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos) para fortalecer las fuerzas de seguridad en Sudán tras la caída de Bashir. Hemedti también ha sido ligado al grupo paramilitar Wagner y el comandante libio Khalifa Haftar. Por otro lado, Burhan y el SAF son apoyados por el vecino Egipto. La transición democrática de Sudán siempre habría sido complicada, sin embargo, el involucramiento extranjero y el apoyo externo al SAF y RSF la han vuelto aún más compleja (Foreign Affairs, 2023, p 7).
La crisis de Sudán tiene muchos ingredientes que la convierten en una guerra prolongada. Según el Internacional Rescue Comitee las guerras tardan ahora al menos 2 veces más en concluir de lo que lo hacían hace 20 años y 4 años más de lo que duraban durante la Guerra Fría. (Foreign Affairs, 2023, p 8).
Finalmente, el texto apunta que un triunfo decisivo para cualquiera de las partes parece poco probable y vendría con un enorme costo civil. El autor sugiere que es esencial apartarse del mando militar. También, que son urgentes diálogos más amplios que incluyan a civiles, tal vez liderados por la Unión Africana, para encontrar puntos comunes y buscar un cese al fuego. Es necesaria la coordinación entre actores árabes, africanos y occidentales, incluida la de Estados Unidos para solucionar el conflicto (Foreign Affairs, 2023, p 11).
Considero que este texto es de suma relevancia ya que nos concientiza sobre el sufrimiento humano en esa parte del mundo. Por otro lado, nos muestra la necesidad de la formación de un gobierno democrático con instituciones sólidas para garantizar la paz en Sudán. El texto nos da un panorama muy claro de las dinámicas de poder que están en lucha constante en este país africano y del complejo entramado de intereses extranjeros y alianzas presentes en este conflicto. En este sentido, es de vital importancia preguntarse qué actores internacionales deberían comprometerse con una búsqueda del dialogo entre las partes en conflicto. ¿Potencias extranjeras como Estados Unidos deberían involucrarse para encontrar una solución pacífica? ¿O debería ser la Unión Africana? Me parece pertinente también entender las narrativas con las que los diferentes actores se desenvuelven. ¿A quién apoya la mayoría de la población? ¿Qué historias tiene cada grupo y cual tiene más legitimidad? En definitiva, es otro de los conflictos mundiales que merecen nuestra atención por el sufrimiento humano que causa y en el que un esfuerzo de diferentes actores es imprescindible para buscar un camino hacia la estabilidad del país que posteriormente conduzca a la paz.