Por: Carolina de Benito. Publicado por El Sol de México el 21 de febrero de 2020. Texto original: https://cutt.ly/7tlAXuJ
Hoy en día, existen noticias, enfermedades y fenómenos que se contagian en un abrir y cerrar de ojos, entonces ¿por qué no contagiar la paz?, ¿por qué no vivir en paz? Se ha vuelto más fácil compartir memes, información desinformada y sobre todo una sensación de odio, por supuesto bien fundamentada, pero ¿realmente este es el país que queremos dejarle a nuestros hijos?
Debemos empezar por poner el ejemplo desde lo personal, en casa, en el trabajo y así cada uno irá poniendo su granito de arena. Hay que empezar a dedicarle un poco más de tiempo a ver qué huella queremos dejar en nuestra sociedad.
Como mujer, esposa y mamá cada vez me preocupa más la sociedad en la que crecen nuestros hijos. ¿En qué momento cambió tanto? ¿qué hemos hecho diferente que ha incrementado esa ausencia de paz en nuestra vida? He intentado reflexionar de manera personal y no puedo llegar a una sola conclusión, porque son diversos factores los que afectan, pero considero que el más importante es la facilidad de compartir mucho más lo malo que lo bueno. Le hemos dado mayor importancia a todo aquello negativo que sucede que a lo positivo. Enfatizamos más las pérdidas, obstáculos y dificultades que los logros, méritos y beneficios que cada uno en lo personal, familiar y como sociedad tenemos. Estoy de acuerdo que hay muchas cosas negativas que son de gran importancia, pero hagamos el esfuerzo por cambiar este “chip” negativo y contagiar más positivismo. Seguramente, se preguntarán, ¿cómo puedo hacerlo? Y es muy fácil, dejemos de difundir en nuestro whatsapp videos e imágenes de odio, desigualdad, machismo, etc. Y no, no se trata de vivir en un “mundo rosa” o alejado de la realidad, pero mejor enfoquémonos más en compartir todo lo bueno que tenemos y especialmente difundamos información confirmada y verídica, ya que la desinformación es una gran fuente de negatividad que nos afecta a diario.
Otra manera de cambiar este “chip” es la manera de educar a nuestros hijos, a pesar de no tener el tiempo suficiente por las largas jornadas laborales, pero al estar con ellos, darles ese tiempo de calidad y atención total, ya que ellos son el reflejo de nuestras acciones y que mejor que copien lo bueno y no lo malo que es tan fácil aprender. Es importante mejorar nuestras vías de comunicación desde que están pequeños y dejarlos expresar su sentir, ya que sin maldad dicen y nos enseñan, a veces, mucho más de lo que nosotros les podemos enseñar.
Hagamos viral un ambiente de armonía y seguridad para que nuestra sociedad se contagie de paz y podamos dejar el odio y rencor atrás.