La verdad no muere

Publicado por El Sol de México el viernes 04 de febrero de 2022. Texto original: https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/la-verdad-no-muere-7847821.html

En un mundo donde se premia el poder y el prestigio, donde las personas escogen ejercer el oficio que produce más, y por ende “vale” más, existen aquellos individuos que se apegan a sus ideales y que a puño y espada luchan por la transparencia y la verdad. Por un bien mayor. Estoy hablando de lxs periodistas, y sobretodo, de lxs periodistas en México, ya que este país es uno de los más peligrosos y mortíferos para los medios, según Reporteros sin Fronteras (RSF).

Tan solo el inicio de este año demuestra lo peligroso que es ejercer en México dicha profesión. Seis periodistas fueron atacados entre el mes de enero y principios de febrero, y cuatro de ellos fueron asesinados: José Luis Gamboa de Inforegio Veracruz, Roberto Toledo del Monitor Michoacán, Lourdes Maldonado de Sintoniza Sin Fronteras y Margarito Martínez de diferentes medios internacionales destacados, los últimos dos en Tijuana. Está confirmado que de este grupo, tres ya habían recibido amenazas previas. Y es que Lourdes Maldonado lo dijo frente a las cámaras en una mañanera: “temo por mi vida”. Ahora es la mujer periodista número 12 que matan en México. Y vale la pena mencionar también el caso de Marco Ernesto Islas Flores, hijo y sobrino de periodistas, que también fue asesinado frente a su domicilio en Tijuana.

Estos hechos violentos transmiten el mensaje de que en nuestro país manda la impunidad y la censura. Precisamente la periodista Lydia Cacho, que actualmente se encuentra exiliada en España por amenazas hacia su persona, escribió en sus redes al lamentar el fallecimiento de su colega Lourdes: “En mi país sobran balas para matar la verdad. Faltan valientes para derrocar la impunidad”. Y es que, en efecto, es de valientes dedicarse a esclarecer y revelar casos de corrupción y de seguridad, sabiendo la cantidad de enemigos que uno hace al incomodar con la verdad. Lourdes, Gamboa, Toledo, Margarito, y todxs lxs periodistas ahí afuera en los diferentes estados que se especializan en estos temas están haciendo una enorme labor por la construcción de paz en México, ya que al combatir el secretismo y brindarnos la información necesaria, nos permite rendirle cuentas a líderes e instituciones, exigir justicia y posteriormente transformar sociedades hacia unas más pacíficas.

Matando periodistas no se mata la verdad. Ni ellos se rinden, ni la sociedad se quedará callada. Suena absurdo decir que tenemos un Mecanismo Federal de Protección para Periodistas cuando las cifras de periodistas asesinados continúan en ascenso. Exijamos al Estado un mecanismo que no exista solamente de iure, sino que verdaderamente cumpla su propósito y detenga esta violencia sistemática contra periodistas.

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