Por Michelle Kawa. Publicado en El Sol de México el 24 de mayo de 2019. Enlace original: https://bit.ly/2whMVIZ
El Foro Económico Mundial indica que la Cuarta Revolución Industrial (CRI) está relacionada con la informática, la robótica y una gama de nuevas tecnologías que están borrando las líneas entre las esferas físicas, digitales y biológicas. Los cambios de la CRI tienen un impacto en todas las disciplinas, economías e industrias y redefine la forma en que las personas producen, consumen y comercian.
Una característica de esta revolución es la velocidad y el alcance de la información. A las aerolíneas y los automóviles, les tomó más de 60 años alcanzar 50 millones de usuarios, mientras que a las computadoras les tomó 15 años, al Internet siete, y a Facebook cuatro. La economista Carola Ramon (2018), afirma que esta velocidad seguirá aumentando y tendrá serias repercusiones en el crecimiento económico global.
La CRI tiene el potencial de simplificar la vida humana, disminuye los costos de producción, transacción y transporte; y mejora a los productos, servicios y la calidad de vida de los consumidores. Sin embargo, existen riesgos asociados con este proceso, como la interrupción de los mercados laborales y el aumento de la desigualdad.
La continua y rápida expansión de la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías va a reformar la relación entre los gobiernos y sus ciudadanos. Por un lado, mejora la información pública y el monitoreo, lo que obligará a los gobiernos a ser más responsables sobre sus acciones, y por lo tanto puede resultar en una mayor competitividad, transparencia y eficiencia. Por otra parte, los gobiernos tendrán más información sobre su población, no solo a través de la vigilancia, sino también a través de la infraestructura digital y tecnológica.
Ya se utilizan a nivel global enormes bases de recopilación de datos y de información. Estos sistemas están destinados a hacer que las personas estén más seguras, y puedan acceder a beneficios sociales y económicos. Sin embargo, existe una preocupación por el uso indebido de estos sistemas, ya que incluyen información detallada y privada de las personas. Así, la tecnología jugará un papel más relevante en la vida de los humanos, pero debemos considerar que esto no necesariamente se verá reflejado en su bienestar.
Ramon (2018) sostiene que para muchos la CRI significa esperanza y prosperidad, mientras que para otros significa desesperación y falta de oportunidad. Se debe de moldear un futuro que beneficie a todos, mediante la acción colectiva para aprovechar al máximo las oportunidades de la CRI, pero también se deben de identificar las tendencias, desafíos y oportunidades para lograr un desarrollo sostenible y una transformación estructural.
Investigadora de CIPMEX
Texto en: https://bit.ly/2whMVIZ