Por: Maite Santos. Publicado por El Sol de México el 28 de febrero de 2020. Texto original: https://cutt.ly/OtlABNn
A lo largo de la historia, una serie de eventos ha marcado un camino de progreso para los derechos humanos. Las leyes naturales de Roma, la revolución francesa, la Declaración de Derechos en Estados Unidos, y la lucha de personajes como Mahatma Gandhi dieron lugar a la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Con este documento, finalmente se estableció que los derechos humanos aplican para todos y todas. Sin embargo, 72 años después de haberse firmado, eventos recientes demuestran que todavía hay mucho por hacer.
En su reporte 2020, en el que se analizan sucesos ocurridos en el año 2019 en distintos países, la organización Human Rights Watch subraya que en todos los rincones del mundo, se siguen generando grandes transgresiones de los derechos humanos. Únicamente durante el 2019, las deforestaciones del Amazonas incrementaron en un 80% comparado con el 2018; Estados Unidos alcanzó un récord de 55,000 inmigrantes detenidos por día bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, informes gubernamentales revelaron graves violaciones de los estándares de detención por parte del gobierno; en Sudán, 120 manifestantes fueron asesinados por fuerzas paramilitares el 3 de junio de ese mismo año; sólo en India, de enero a noviembre, se registraron 85 apagones de internet impuestos por el gobierno; China, ha detenido a alrededor de un millón de musulmanes en “campos de educación política”; y desafortunadamente en México las denuncias de tortura, abusos militares, ataques contra periodistas y desapariciones forzadas son sólo algunas muestras de las violaciones de derechos humanos que ocurren día con día.
¿Podemos hablar entonces de una crisis universal de derechos humanos? A pesar de la innumerable serie de documentos, convenciones y acuerdos globales, los eventos ocurridos en el 2019 demuestran inconsistencia entre lo establecido en papel y el compromiso real de las naciones con los derechos humanos. Peor aún, el Estado ha sido el principal perpetrador de los mismos.
¿Qué es lo que podemos hacer como individuos para que los derechos humanos transiten de las palabras, discursos políticos y esperanzas infundadas a acciones concretas? Como sociedad civil, debemos asumir una responsabilidad compartida que empieza desde nuestras casas y se extiende hasta nuestras localidades. Una responsabilidad para generar consciencia de la importancia del respeto a la diversidad, a las minorías étnicas, a la igualdad de género, a la pluralidad y al diálogo constructivo. Sólo así lograremos impactar las instituciones que nos rodean y romper con la violencia directa y estructural que parece permear a las sociedades a nivel mundial.
Twitter: @SMaite96