La desigualdad de ingresos es cíclica

Milanovik, Branko. “Income inequality is cyclical.” Nature: International weekly journal of science, Volume 537, September 2016. https://www.nature.com/news/income-inequality-is-cyclical-1.20618 

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

A lo largo del artículo, el autor explica que las subidas y bajadas periódicas en la brecha entre ricos y pobres a lo largo de los siglos demuestran que la desigualdad en ingresos no crecerá para siempre. Primero, ahonda un poco en la historia; desde principios de los 80’s, la desigualdad en ingresos ha aumentado en todas las economías avanzadas, con los mayores aumentos (alrededor del 20%, cuando se mide por el coeficiente de Gini) en Estados Unidos, el Reino Unido e Israel (Milanovik, 2016. 479).

A su vez, Milanovik explica que los impulsores de la desigualdad de ingresos en las sociedades pre modernas (antes de la industrialización) fueron, en su mayoría, no económicos. Por ejemplo, las epidemias limitan la desigualdad; al matar a una parte de la población, hicieron que los trabajadores restantes se volvieran más escasos, lo que hizo que sus salarios aumentaran (Milanovik, 2016. 480). No obstante, en tiempos modernos, los factores económicos parecen haber sido los motores más importantes del cambio. En el Reino Unido y Estados Unidos, un aumento de la desigualdad, que duró la mayor parte del siglo XIX, se llevó a cabo por la introducción de invenciones como la máquina de vapor y la desmotadora de algodón (Milanovik, 2016. 480).

Posteriormente, vino una gran disminución en la desigualdad a nivel mundial. Por ejemplo, la creación de políticas como la introducción de una educación generalizada y la creación de empresas estatales, como las que dirigen los ferrocarriles o producen carbón y/o azúcar, fomentaron la igualdad en los países en desarrollo (Milanovik, 2016. 480).

Ahora, Milanovik resume que la historia nos ha hecho comprender que las fuerzas que impulsan a que suba o baje la desigualdad son económicas, demográficas y políticas. A su vez, pueden dividirse en ‘malignas’ o ‘benignas’ (Milanovik, 2016. 481):

  • Las fuerzas malignas incluyen epidemias, conflictos civiles, derrumbes estatales y guerras, prácticamente las únicas que importaron en tiempos premodernos.
  • Las fuerzas benignas incluyen cambios tecnológicos, la globalización, la educación y la demografía. Impulsores que, aunque no son inofensivos para todos, no implican la destrucción física de la población.

Siguiendo la misma línea, el autor manifiesta que, en un mundo capitalista, existen cuatro fuerzas benignas que pueden disminuir la desigualdad (Milanovik, 2016. 481):

  1. Reducir la cantidad de dinero que las empresas cobran por sus productos por encima de lo que se necesita para cubrir sus costos.
  2. El cambio tecnológico hace menos las posiciones que disfrutan los trabajadores altamente calificados en países ricos (i.e. doctores, abogados y maestros).
  3. Acceso equitativo a una educación de calidad, sin distinción entre pública o privada

A manera de conclusión, Milanovik sugiere que, de estas cuatro fuerzas benignas, los gobiernos pueden tomar medidas para implementar las dos últimas: educación y reformas tributarias (incluida la legislación de salario mínimo) (Milanovik, 2016. 482). Asimismo, los gobiernos también podrían acabar con los paraísos fiscales y utilizar los ingresos para financiar programas socialmente útiles (Milanovik, 2016. 482).

Creo que hay una posibilidad mucho más alta que las fuerzas malignas puedan revertir las tendencias actuales. Por ejemplo, en Estados Unidos los políticos, en su mayoría Republicanos (i.e. Donald Trump), están utilizando políticas nacionalistas para tratar con el descontento social en lugar de poder romper con el Estatus Quo. Milanovik da recomendaciones estatales en sus puntos benignos para que mejore la calidad de vida de sus ciudadanos y se reduzca la brecha de la desigualdad en tiempos modernos. Estas recomendaciones son útiles para la construcción de paz porque reducen dicha brecha y favorecen la cohesión social. Asimismo, darle las mismas oportunidades a la población favorece el Estado de Derecho, el cual es uno de los pilares de la paz. Sus puntos son interesantes, no obstante, en mi opinión deberían de ser más analizados de la mano con otros autores para comprobar si tiene razón.

*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace: https://www.nature.com/news/income-inequality-is-cyclical-1.20618 

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