Las temperaturas más altas aumentan las tasas de suicidio en Estados Unidos y México

Burke, Marshall, et al. “Higher temperatures increase suicide rates in the United States and Mexico,” Nature Climate Change 8, (2018): 723-729, DOI: 10.1038/s41558-018-0222-x

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

En el estudio publicado en la revista Nature Climate Change, los investigadores confirmaron que el número de muertes por suicidio en Estados Unidos y México ha aumentado entre 0.7 y 2.1% con el aumento de cada grado (Celsius) de temperatura promedio mensual. Los científicos, liderados por Marshall Burke, profesor en el Centro de Seguridad Alimentaria y Medio Ambiente de la Universidad de Stanford, recopilaron registros sobre las fechas y lugares de las muertes por suicidio en Estados Unidos y México, dos de los pocos países con acceso público a los datos sobre el tema. El estudio fue efectuado analizando datos de varias décadas. El estudio también concluye que el bienestar emocional tiende a disminuir conforme la temperatura es más cálida.

Burke y sus colegas lograron identificar la temperatura ambiental como una causa contribuyente al número de suicidios a través de la observación del número de suicidios en un municipio especifico durante un enero normal en comparación con un enero más caluroso que el promedio. A su vez, analizaron un conjunto de datos geocodificados de más de 600 millones de actualizaciones de redes sociales en la plataforma de Twitter (tweets), y evaluaron si las temperaturas mensuales más cálidas de lo normal elevaban la probabilidad de que los usuarios de Twitter expresaran sentimientos depresivos. Después de combinar todos estos análisis locales, los investigadores estimaron que las temperaturas más altas del cambio climático representarán entre 9,000 y 40,000 suicidios para el año 2050. Al igual, los resultados explican otros factores que se cree que contribuyen al suicidio como el salario, la población, el lenguaje depresivo, la posesión de armas y el género (Burke, 2018, 723-727).

A pesar de que tendemos a pensar que los lugares soleados y calurosos son alegres y los inviernos fríos y oscuros son depresivos, Burke et al. explicaron que la idea de que las temperaturas más calientes son un factor que impulsa a las personas hacia el suicidio ha existido durante unos cien años. Por otra parte, es importante aclarar que varios estudios anteriores han evaluado la relación en escalas más pequeñas. Por ejemplo, en solo cinco condados y una década en Estados Unidos[1], y no se logró encontrar ninguna tendencia predominante. Sin embargo, el estudio de Burke et al. aprovecha, hasta el momento, la mayor cantidad de datos a lo largo del tiempo y el espacio geográfico (Burke, 2018, 723-724).

“In contrast to all-cause mortality, suicide increases at hot temperatures and decreases at cold temperatures; also unlike all-cause mortality, the effect of temperature on suicide has not decreased over time and does not appear to decrease with rising income or the adoption of air conditioning. The linear and stable structure of the suicide response is more similar to previously recovered relationships between inter-personal/intergroup violence and temperature4, which may plausibly have related biological origins.” (Burke, 2018, 728). Esta afirmación parece validar los resultados del estudio.

Este tipo de estudios son trascendentales para entender el impacto del cambio climático en la sociedad. Estos nuevos hallazgos son realmente preocupantes especialmente para la comunidad LGBTQ, que tienen un mayor riesgo de suicidio que la población en general, así como los vagabundos, que no tienen manera para aliviar el calor. Debido a que el cambio climático ha ido empeorando con año, las tasas de suicidio seguirán aumentando. Por ende, es necesario mejorar el acceso a los servicios de salud pública en México ya que son verdaderamente denigrantes y poco eficientes. Al igual, necesitamos descubrir mejores formas de prevenir el suicidio. Dado que el suicidio es una de las formas más comunes de violencia, estamos interesados en comprender cuáles son las afectaciones del cambio climático en la misma. La solidez de esta investigación  parece contundente. Toca ahora profundizar en la afectación del cambio climático en otras formas de violencia, pero una hipótesis puede empezar a aventurarse: al cambio climático bien podría afectar los niveles estimados de paz en nuestras sociedades, y si esto es correcto, trabajar para detener el calentamiento global, es también una forma de construir paz hacia el futuro.

*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace:  https://www.nature.com/articles/s41558-018-0222-x

[1] Dixon, Grady et al. “Effects on temperature variation on suicide in five U.S. counties, 1991-2001” International Journal of Biometeorology 51, (2007), (5): 395-403, https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17216527

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