Culyba, Alison J., Jacoby, Sara F., Richmond, Therese S., Fein, Joel A., Hohl, Bernadette C., y Branas, Charles C. 2016. “Modifiable Neighborhood Features Associated With Adolescent Homicide.” JAMA Pediatr, no.170 (5): 473-480. doi:10.1001/jamapediatrics.2015.4697
De acuerdo con Culyba et al (2016, 473) se ha estudiado poco acerca de la relación que tienen las características ambientales de los vecindarios como las calles, edificios o alrededores con la violencia entre los jóvenes. Por lo tanto, el objetivo de su estudio fue identificar qué tienen que ver las características ambientales de Filadelfia con los homicidios de gente joven.
Los autores identificaron un número de adolescentes de 13 a 20 años que murieron entre el 2010 y el 2012 mientras vivían ahí y basándose en eso crearon una muestra de 143 personas que participaron en esos casos, y 155 participantes de control que se encontraban en las calles a la hora de los homicidios (se investigaron casos de homicidios nocturnos). Para la investigación se entrevistó a estas personas y se utilizaron fotografías de las ubicaciones de los homicidios entre otras cosas (Culyba et al 2016, 473).
En los resultados se puede ver que hay factores de las calles de Filadelfia que se asocian con los homicidios adolescentes. El alumbrado público, las “walk/don’t walk signs” iluminadas, los pasos peatonales marcados y pintados, el transporte público, la presencia de parques, y los terrenos vacíos cuidados contribuyen a que haya MENOS homicidios. Por otro lado, en los resultados se vio que en los lugares con señales de “alto”, y los lugares en donde las casas tienen rejas o bardas de seguridad y arbustos o plantas “privadas”, hay MAYOR probabilidad de que se cometan homicidios (Culyba et al 2016, 473). Es importante mencionar que no se detectó relación entre los homicidios y la basura o la condición de las banquetas (Culyba et al 2016, 476).
Modificar las características ambientales de los vecindarios representa un punto de intervención realista y no tan caro ya que está demostrado que el deterioro estructural y el abandono puede aumentar las posibilidades de violencia y crimen. Entender que modificar estos factores puede ser un primer paso para la prevención y es básico si se quiere abordar el problema de la violencia (Culyba et al 2016, 474).
El texto de Culyba et al respalda las teorías de que los problemas estructurales y la falta de atención en las calles contribuyen a que haya más violencia, que es lo mismo que notamos en nuestra investigación de las percepciones de paz en el país.
Asimismo, la investigación también podría servir de apoyo para hacer futuras investigaciones (se podría alargar la de las las percepciones) o como ejemplo de una metodología nueva, haciendo uso de las fotografías y rango de horarios. Además, este estudio se relaciona con annotation como “broken windows” y las características de un barrio influyen en la comisión de delitos. Este último, comprueba también la relación entre escasez de servicios públicos y los delitos, sin embargo, el contexto son países de América Latina. Igualmente, esta investigación se relaciona con el estudio de «The Importance of Place: Neighborhood Amenities as a Source of Social Connection and Trust», donde se afirma que vivir cerca de servicios públicos y comerciales orientados a la comunidad trae una gran cantidad de beneficios sociales como una mayor confianza hacia la comunidad y el gobierno local, menos soledad, y mayor sentido de apego al lugar donde se vive.