Una solución política y pacífica para Venezuela

Hirst, Mónica, Carlos Luján, Carlos Romero, y Juan Gabriel Tokatlian. 2019. “Venezuela: Hacia una solución política y pacífica.” Friedrich-Ebert-Stiftung 1-15. http://library.fes.de/pdf-files/iez/15437.pdf

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

Este es un texto analítico e interpretativo, no normativo, que tiene el propósito de colaborar con un proceso de oxigenación política en el conflicto de Venezuela, promoviendo la necesidad de que se establezca un espacio para el diálogo y la búsqueda de dinámicas innovadoras entre el gobierno y la oposición. Se menciona que la incidencia de la agudización de tensiones entre las potencias globales en este caso es algo sin precedentes en Latinoamérica en la Posguerra Fría, una época marcada por la tendencia a un mundo multipolar y a la diversidad y complejidad de actores involucrados. Para hacer el análisis, los autores toman en cuenta pasadas experiencias internacionales, como los conflictos en Centroamérica, Libia y Siria para ilustrar el camino sobre el cual puede evolucionar la situación en Venezuela (Hirst et al., 2019, 1).

Los autores hacen un resumen de lo que ha ocurrido en Venezuela desde la llegada de Chávez en 1999 hasta la actualidad (el texto fue escrito en mayo de 2019). Mencionan que, a pesar de que la situación crítica actual se lleva construyendo desde entonces, las elecciones de 2018 fueron lo que la detonaron. En este momento se pueden observar tres posturas competitivas y opuestas: (1) la que proclama que es necesario un cambio político profundo y de gobierno, (2) la postura sostenida por el régimen, y (3) la que busca un encuentro entre el gobierno y la oposición para lograr una salida pacífica a la situación. En cuanto al contexto internacional, tres países están actuando como auxiliares principales de EUA; Colombia, Chile y Brasil. Los países que han destacado en promover una salida pacífica y negociada son México y Uruguay. Los que apoyan al régimen principalmente son Cuba, Nicaragua, Rusia y China. El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, además de querer revertir la influencia de Beijing y Moscú, está utilizando también la crisis de Venezuela para ganar apoyo en estados clave, como Florida, con motivo de las elecciones de 2020. Este conflicto ya no es nacional ni regional, se ha vuelto global, lo cual provoca que se vuelva mucho más complejo porque entran en juego actores diversos con diferentes intereses (Hirst et al., 2019, 1-8).

La negociación es el único medio por el cual Venezuela podrá tener una salida política y pacífica, pero no es el único escenario posible. Los autores distinguen otros cinco potenciales escenarios, los cuales dependerán del éxito o fracaso de las sanciones económicas y las potenciales acciones militares llevadas a cabo por EUA. Son los siguientes (Hirst et al., 2019, 11-12):

  1. Implosión del régimen por descomposición interna, como fue el caso de la URSS entre 1989-1991.
  2. Golpe de Estado, similar al de Egipto en 2013.
  3. Intervención militar extranjera, como cuando los británicos, franceses y estadounidenses atacaron Libia en 2013.
  4. Guerra civil, con o sin apoyo internacional a los bandos en conflicto. Aquí se usan ejemplos como el de Somalia desde 1991 o Sudán del Sur en 2013.
  5. Mantenimiento del régimen por desgaste de la oposición, como está ocurriendo en Siria con el régimen de Assad.

 

Para concluir el texto, los autores dan varias recomendaciones (Hirst et al., 2019, 13-15). Se debe de aumentar el rol de las organizaciones internacionales humanitarias y la sociedad civil internacional, se deben de trabajar con todos los instrumentos políticos para evitar otro tipo de solución, tiene que haber un mayor entendimiento en Latinoamérica de que esto puede volverse una crisis regional y que tiene que haber una participación hacia una solución pacífica, tiene que haber convergencia entre los actores y grupos facilitadores de proceso de diálogo, la ONU tiene que jugar un rol garante de la paz en Venezuela. El proceso se tiene que sostener en tres pilares; dimensión humanitaria, derechos humanos y construcción de paz. El pilar de construcción de paz es explicado mucho en términos de que no haya violencia, es decir, de paz negativa. Hay que resaltar la importancia de implementar elementos de paz positiva para que la resolución a la que se llegue sea duradera y resistente. Cuando esto no se hace, la paz puede ser frágil. CIPMEX ha hecho ya síntesis acerca de casos como los de Irlanda del Norte[1]y Bosnia-Herzegovina[2], en los cuales pueden seguir existiendo divisiones que llevaron al conflicto décadas después por no haber tenido una visión de paz a largo plazo.

            Para ahondar más en lo que el elemento de la influencia de Beijing y Moscú significa para Washington, es recomendable revisar la síntesis[3]de CIPMEX acerca de cómo esos dos países son percibidos por EUA como la mayor amenaza a su seguridad. Venezuela es un punto del mundo más en el cual se está manifestando esta rivalidad, entonces hay que tenerlo en cuenta.

 

*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace: http://library.fes.de/pdf-files/iez/15437.pdf

 

 

[1]Kraus, Benya. 2018. “Urban-Design as a Peace Building Tool” TedxTufts, 12:19. https://www.youtube.com/watch?v=Q5b9U6HHfdU

[2]Higgins, Andrew. 2018. «In Bosnia, Entrenched Ethnic Divisions Are a Warning to the World.» New York Times.noviembre 19. Accessed diciembre 18, 2918. https://nyti.ms/2Gqw925.

[3]Schake, Kori. 2018. “Beijing’s Cravings, Kremlin’s Gremlins: Freedom’s Foes” Halifax Papers. 2018 Halifax International Security Forum.

 

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