Cómo salvar a la globalización

Scheve, Kenneth F., y Matthew J. Slaughter. 2018.»How to Save Globalization.» Foreign Affairs, (diciembre). https://fam.ag/2IKSC7X

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

El artículo busca responder cómo se puede combatir al backlash (una respuesta negativa en contra de algo) que hay contra la globalización en Estados Unidos. La oposición a ésta va más allá de Trump y sus acciones, su presidencia es un síntoma y no una causa de este movimiento, ya que, a pesar de oponerse a sus métodos, muchos votantes y políticos de ambos lados apoyan sus objetivos (2018, pa.1). Hace más de una década, Foreign Affairs ya había argumentado que la falta de crecimiento de ingreso entre los trabajadores americanos iba a provocar un giro hacia el proteccionismo. La globalización y los avances tecnológicos contribuyeron a esta tendencia y la crisis financiera de 2008 exacerbó los efectos. Los ciudadanos ven los cambios tecnológicos como inevitables y justos, pero a la globalización no la ven como inevitable ni justa (2018, pa. 6-9). Las condiciones del mercado laboral han empeorado considerablemente durante las últimas décadas, dificultando que las personas cumplan con sus roles y expectativas dentro de sus familias y comunidades, causando mucho enojo. Los grupos con peor relación al mercado laboral, en particular los blancos no hispánicos con un título universitario, han tenido deterioros en la salud y un auge en muertes a través del suicidio, sobredosis y congestión alcohólica. Incluso mencionan que un estudio de Justin Pierce y Peter Schott ha encontrado que los países cuyas estructuras económicas dan más exposición a la competencia china tienen índices más altos de suicidio. También ha incrementado la desigualdad regional en Estados Unidos, ya que las grandes ciudades han tenido más crecimiento (2018, pa. 10-15).

Esta oposición a la globalización surgió después de un incremento dramático de desigualdad en Estados Unidos desde las últimas cuatro décadas, pero enfocarse solamente en la desigualdad de ingreso, sin embargono explica completamente la poca satisfacción que hay en muchos votantes. Un mercado laboral en deterioro causa afectaciones en el sentimiento de dignidad y propósito de las personas, especialmente para aquellos trabajadores que ya no pueden proveer para las necesidades de sus familias. Esto causa ansiedad y enojo hacia la globalización. Como esto va más allá de la desigualdad de ingresos, las políticas de redistribución de ingresos para compensar a los perdedores de la globalización no son suficientes, es necesario darles a los ciudadanos americanos herramientas para que tengan un sentimiento de seguridad y propósito en sus comunidades que perdieron por los cambios globales (2018, pa. 2-4). Este es un punto de relevancia para CIPMEX porque un pilar de la paz es tener bajos niveles de desigualdad, de lo que aquí se habla. Pero nos resulta interesante este enfoque que le dan a la desigualdad, más multidimensional, donde combatirla no es solamente cuestión de distribución de ingresos, sino de restablecer un sentimiento de dignidad dentro de las familias y comunidades.

Indican que lo anterior solamente puede solucionarse si Estados Unidos transforma por completo la manera en la que invierte y construye capital humano, ya que en la actualidad esta inversión está limitada a la vida temprana de una persona, con gasto público mínimo. La inversión tiene que extenderse a lo largo de la vida adulta y laboral de un individuo (2018, pa. 5) Salvar a la globalización requiere restaurar la dignidad, confianza y esperanza de decenas de millones de americanos. Para eso se necesita crear una “escalera de oportunidad” que dure toda la vida y les dé a los ciudadanos el capital humano necesario para adaptarse a las fuerzas de la globalización, ya que el capital humano es lo que más determina las oportunidades que tiene un individuo de tener éxito en una economía dinámica. Se necesita un cambio en el capital humano que contemple tres etapas: la primera es invertir en educación de calidad en la infancia, la segunda es pagar dos años de community college a aquellos que no estudian carreras de 4 años y la tercera consiste en entrenar a los americanos sin títulos universitarios en nuevas habilidades a lo largo de su vida adulta para adaptarse a cambios y nuevas necesidades. Las tres etapas representarían la inversión en capital humano más grande de la historia de EEUU. Esta medida puede contribuir a reestablecer el consenso político a favor de la globalización (2018, pa. 21-31). Nuevamente, otro punto central para CIPMEX porque el capital humano es otra columna de la paz. Ya habíamos detectado en CIU que invertir en capital humano es invertir en paz y según lo que indica este artículo, también contribuye a salvar la globalización. 

El artículo señala que a pesar de que la globalización sí ha ayudado a incrementar la desigualdad, hace más bien que mal. Si EE.UU. se aísla del mundo sería menos próspero. Pero más allá de términos económicos, la globalización es importante en términos de seguridad, ya que la apertura de mercados contribuye a las relaciones pacíficas entre países al elevar los costos de disputas militares y como el comercio fomenta el desarrollo económico, ayuda también a mejores capacidades del estado y estabilidad política, lo cual previene conflicto civil y condiciones para que surja el terrorismo u otras amenazas (2018, pa. 16-20). Tercer punto importante para CIPMEX: la globalización contribuye al mantenimiento de paz. Por lo tanto, ya podemos ver desde la óptica de CIPMEX la relación de estos tres puntos con la construcción de paz: desigualdad, capital humano y globalización. Resalta principalmente la importancia del capital humano, algo que tenemos que se tiene que tomar en cuenta. 

*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace: https://fam.ag/2IKSC7X

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