Bey, Matthew. (2019). “The Age of Splinternet: The Inevitable Fracturing of the Internet”. Stratfor Worldview. Disponible en: https://bit.ly/2J4Y5sj
*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*
En este artículo, el autor muestra lo que significa el splinternet, o Internet dividido, y las implicaciones que esto tiene para empresas multinacionales estadounidenses, empresas domésticas de otros países, usuarios de Internet de todo el mundo y el soft power de EUA. El autor argumenta que el dominio de corporaciones estadounidenses (Amazon, Netlflix, Google, Facebook, etc) sobre el Internet y su incomparable acceso a información de la web han provocado reacciones contrarias al modelo abierto; EUA defiende este derecho, según el autor, porque le permite preeminencia de su soft power sobre los demás países (2019, pa. 3-5). Es decir, el derecho a navegar libremente en Internet es sólo para avanzar intereses propios y de sus corporaciones, lo cual provoca reacciones contrarias en otros países.
Debido a esto, países como Rusia, China e Irán han tomado medidas para crear su propia web, excluida de la global para mitigar la presencia de la influencia estadounidense (2019, pa. 6-7). También asegura, como vimos en otra annotation[1], que estos países exportan sus modelos y herramientas de control de Internet a regímenes autoritarios y opresivos.
La hegemonía estadounidense del Internet también ha provocado reacciones que el autor caracteriza de nacionalistas por parte de países europeos. Como no existen equivalentes competitivos de Facebook o Netflix en Europa, sus gobiernos han levantado restricciones y exigencias en el manejo de información de sus clientes en territorio europeo; cada país tiene diferentes niveles de exigencias, por lo que las empresas se tienen que adaptar a cada uno e incluso enfrentar multas por cada caso (2019, pa. 8-11). Esta fragmentación de regulación en Internet también se podría replicar en los propios estados de EUA, quienes buscarían limitar la hegemonía de grandes compañías sobre sus datos y privacidad. Ejemplos de protestas por el mal manejo de datos personales se han manifestado de diversos países. Recientemente, Cultura Colectiva se vio envuelta en un caso mal manejo de información que resultó en la exposición de robo de datos personales de millones de personas. A pesar de que no es una corporación, existe la preocupación de cuánto saben las empresas de sus usuarios, cómo manejan su información y qué control tenemos los usuarios en todo este proceso.
El “digitalismo colonial” y las reacciones negativas anteriores han impulsado el interés de buscar la creación de marcos normativos comunes internacionales sobre la regulación del Internet. Sin embargo, gracias a que parte de la competencia entre EUA y China (y otros actores como Rusia e Irán) se presenta en el ciberespacio, no ha habido consenso y todo esfuerzo ha fallado. El autor asegura que sólo las grandes compañías podrán adaptarse a mayores regulaciones, lo cual incrementará aún más el estigma que se tiene contra su presencia (profundizando las medidas restrictivas). También añade que China podría enfrentarse al mismo tipo de reacciones negativas mientras expande su modelo de Internet a países vecinos (2019, pa. 12-17).
En general, el autor asegura que la era del splinternet, o diversos Internets, ha llegado y no hay vuelta atrás. Determina que no será posible un escenario en el que cada país tenga su propio Internet, porque las dinámicas del mercado internacional no lo permitirían, pero la fragmentación global sí incrementará en cierta medida. Sin embargo, no ofrece soluciones o posibles acciones para que EUA puede revertir el sentimiento de colonialismo digital cuando asegura que las medidas restrictivas en otros países incrementarán el estigma
[1] Shahbaz, Adrian. 2018. Freedom on the Net 2018. The Rise of Digital Authoritarism. Freedom House. Disponible en: https://bit.ly/2SFi6rR
*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace: https://bit.ly/2J4Y5sj