Crisis de seguridad de la prensa

En 2024, la organización Article 19, documentó 639 agresiones contra periodistas en México, un aumento del 13.9% respecto al año pasado. Según la misma organización, las formas en que se agrede a la prensa van desde intimidación y hostigamiento o las amenazas en la esfera digital y física, hasta la más grave, que es el uso ilegítimo del poder público, principalmente el acoso judicial. 

Durante los primeros dos meses de la presidencia de Claudia Sheinbaum, al menos cinco periodistas fueron asesinados, y de acuerdo con la ONU (2022), México es uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo en el mundo.

La sociedad mexicana atraviesa los síntomas de una impunidad desbordada. Actualmente enfrentamos lo que Luigi Ferrajoli denomina como ‘poderes salvajes’, es decir, las manifestaciones del poder llevadas a un extremo voraz en el que los sectores económico, político y mediático han comenzado a perder sus delimitaciones y pertenecen ya al sector privado, mismo que al ser desregulado, controla el flujo de información y la opinión pública.

No podemos dejar de recordar, ni aunque sea por un momento, que uno de los pilares de la paz positiva,es el libre flujo de la información a través de medios de comunicación libres e independientes. En México, la desaparición de organismos como el INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales) y el aumento exponencial de violencia a periodistas,acompañado de un alto índice de impunidad, representa para la sociedad una alarma roja; la libertad de expresión está en jaque, el acceso a la verdad está comprometida por el interés privado y el poder rebosado. Sin un suelo firme que nos pueda aterrizar a la verdad, ¿cómo podemos proteger una paz positiva, un desarrollo digno, un futuro justo? 

En México y alrededor del mundo, la humanidad se enfrenta a una nueva era de conflictos cuya dimensión es muy particular y hasta cierto punto, aterradora: ¿cuál es el futuro de la defensa al libre acceso a la información cuando la verdad misma está en disputa? ¿Cómo se le puede dar sentido al mundo ante un oleaje pesado de desinformación, intolerancia, e imágenes creadas por inteligencia artificial? Enfrentamos una era de muchos silencios forzados. A través de todo aquello que se manda callar, los gobiernos alrededor del mundo, ya nos están diciendo todo. Debemos pelear por el derecho a la verdad que cuida, nutre y aboga por la humanidad toda.

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