Los misiles de Teherán como arma estratégica

Kam, Ephraim. 2019. “Iran’s Missile System:  The Principal Means of Deterrence” en Strategic Assessment, Vol. 22, No. 1, (abril): 15-27 https://bit.ly/2JnPZM9

*Esta es una síntesis anotada realizada por CIPMEX sobre el texto arriba referido*

Las raíces del programa de misiles de Irán se encuentran en la guerra entre Irak e Irán, ya que al inicio Irán no tenía misiles en su superficie; en contraste con Irak que tenía un arsenal. Al final de la guerra, Irán llegó a la conclusión de que los misiles son el arma que puede ganar una guerra, y tener capacidad de disuadir. Por lo que, los misiles fueron vistos desde Teherán como un arma estratégica (Kam 2019, 16). Sin embargo, las guerras del Golfo provocaron un cambio significativo en el equilibrio estratégico de poder con respecto a Irán. Irak perdió capacidades militares y de influencia regional por la guerra que tuvo contra EUA. Así, los estadounidenses han sido la amenaza más grave para Irán desde entonces, como resultado de la ocupación de los vecinos geográficos iraníes (Irak y Afganistán). Para EUA, Irán es percibido como su principal amenaza para sus aliados e intereses, en especial, para Israel; ya que este último es percibido como potencia regional, lo que interfiere con los planes iraníes de ser el hegemón. El aumento de las amenazas estadounidenses e israelíes, y la reducción de la amenaza iraquí, transfirieron el énfasis del concepto del liderazgo iraní de amenazas cercanas a amenazas distantes (Kam 2019, 17). Por otro lado, la tercera amenaza iraní es el Estado Islámico ya que intensificó sus acciones en las agitaciones internas de Siria e Irak.  Estas amenazas incitaron a Irán a operar fuerzas militares lejos de su territorio y su acumulación militar (Kam 2019, 18).

En los últimos años, Irán ha trabajado para mejorar la calidad de sus misiles y cohetes, ampliando su alcance y mejorando su precisión. Para ello, desarrolló la capacidad de producción nacional con la intensión de ser autosuficiente en la adquisición de armas. Es por eso que Irán desarrolló capacidades tecnológicas: primero para ensamblar misiles y luego para producirlos y desarrollarlos y convirtiéndose en el país con mayor arsenal de misiles en el Medio Oriente (Kam 2019, 20-21). Actualmente, Irán no tiene un misil balístico intercontinental y, aparentemente, tampoco está cerca de desarrollarlo. Por lo tanto, no tiene la capacidad de amenazar a Europa occidental o EUA. No obstante, a los gobiernos occidentales les preocupa que si no se imponen restricciones al programa de misiles de Irán, Irán también tendrá éxito en el desarrollo de un misil intercontinental y, de esta manera, podrá disuadirlos (Kam 2019, 21).

Para Irán, este arsenal de misiles es su medio más importante para disuadir a sus enemigos(Israel, Arabia Saudita, objetivos estadounidenses y europeos), defenderse, expandir su influencia en la región y lograr la hegemonía regional (Kam 2019, 15). Asimismo, este programa de misiles se relaciona con el nuclear ya que, a pesar del acuerdo de 2015, Irán no ha renunciado a su intención de producir armas nucleares (Kam 2019, 22). Los misiles balísticos son el principal mecanismo de lanzamiento de las armas nucleares, y si Irán logra tales armas, sus misiles estarán listos. Por lo que, Teherán se ha negado rotundamente y con éxito a discutir la imposición de restricciones a su programa de misiles (Kam 2019, 23). Muestra de esto es que no se incluyó dentro del acuerdo nuclear de 2015, donde Irán negó que haya una vinculación con la cuestión nuclear, mientras que la oposición no quería que el programa de misiles saboteara la nuclear. La única limitación que se impuso fue la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad (Irán no puede realizar pruebas con misiles balísticos que lleven ojivas nucleares), pero Irán la tomó como no vinculante (Kam 2019, 22). Sin embargo, existe una posibilidad si la difícil situación económica continúa, es probable que se abran las negociaciones. El autor es pesimista al respecto porque menciona que EUA impondrá ciertas medidas estrictas que Irán no aceptará. Por lo que, si no se encuentra una manera de negociar restricciones en el programa de misiles, es probable que Irán continúe desarrollándolo en los próximos años (cuantitativa y cualitativamente) (Kam 2019, 23).

En el 2018, CIPMEX realizó una annotation[1] del mismo autor que muestra la perspectiva de EUA e Israel al respecto. Las condiciones no proporcionan una base suficiente para un ataque a las instalaciones nucleares de Irán, ya sea por parte de los Estados Unidos o Israel. Cuando se trata de una cuestión nuclear, no se lleva rápidamente a la acción militar, sino que se utilizan otras alternativas como la presión política/comercial o el enfrentamiento armado en otros países, por ejemplo el conflicto Irán-Israel en Siria. Sin embargo, estas condiciones podrían cambiar si Irán decide acelerar su actividad nuclear de una manera significativa y amenazadora o si el conflicto entre Irán e Israel se intensifica y asume la forma de una guerra de misiles. Por lo que, ambos textos de Kam señalan que es necesario que se negocie la cuestión nuclear y la de los misiles antes de que se pase a la acción militar directa.

Por último, hasta ahora, solo ha utilizado sus misiles en algunas ocasiones contra sus adversarios, ya sea desde el propio Irán o por medio de sus aliados e incluso contra las fuerzas de las FDI en los Altos del Golán, en respuesta a ataques aéreos israelíes en Siria (Kam 2019, 25). Esta restricción puede significar que Irán no se apresurará a lanzar misiles hacia países con capacidad de represalia, como los Estados Unidos e incluso Israel. No obstante, si decidiera hacerlo, probablemente preferiría que tales lanzamientos (al menos en la etapa inicial) se llevaran a cabo a sus aliados, especialmente Hezbolá (Kam 2019, 25-26).

En otra annotation[2] de CIPMEX los autores remarcan la lucha por la hegemonía iraní y la tendencia es que las potencias regionales (Israel, Irán, Arabia Saudita, entre otros) no se enfrenten directamente, sino indirectamente en terceros países. Esto ha provocado tres cosas: que estos países quieran adquirir más armas de largo alcance, que quieran establecer bases militares en terceros países y que aumente su uso de actores no estatales como aliados. En el artículo de Kam (2019), estos tres puntos se ejemplifican en el caso de Irán: 1) armas de largo alcance representadas en el arsenal de misiles y sus intenciones nucleares, 2) bases militares en terceros países, se refleja en Siria, y 3) actores no estatales como aliados, se visualiza en Hezbolá (Líbano) o milicias en Irak.

[1]Kam, Ephraim. (2018). “Will the Military Option on Iran Return to the Table?” INSS,Strategic Assesment, vol. 21, no. 3, 71-81.

[2]Tira, Ron, y Guzansky, Yoel. 2018. “The Competition between Middle East Powers: Expeditionary Bases and Non-State Proxies.” Strategic Assessment 21, no. (April 2018): 45-57.

*Si desea leer el texto original del autor referido, puede consultar este enlace: https://bit.ly/2JnPZM9

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